Acusado de torturar a Kiki Camarena espera disculpa de Netflix por serie ‘Narcos’

Tranquilo y convencido de su inocencia, aunque molesto con la cadena Netflix por presentar en la serie Narcos México a un personaje que refleja las acusaciones en su contra, el médico jalisciense Humberto Álvarez Machain cumple 30 años de haber sido secuestrado y llevado ilegalmente a Estados Unidos para enfrentar un juicio por presuntamente participar en la muerte del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, a manos del crimen organizado.

Corpulento, de andar lento ayudado por un bastón, Humberto Álvarez Machain no duda ni un momento en responder preguntas sobre el secuestro y el juicio que le marcaron su vida. Niega tajantemente cualquier responsabilidad en la muerte de Enrique Camarena Salazar, agente de la DEA que investigaba a Rafael Caro Quintero, y quien fue secuestrado, torturado y asesinado en 1985 junto con el piloto Alfredo Salazar Avelar; como prueba de ello recuerda que tiene 30 viviendo en Guadalajara sin problemas, luego de su liberación por un juez federal estadounidense.

En entrevista con MILENIO, Álvarez Machain niega haber visto nunca al agente de la DEA, aunque reconoce que sí tuvo relación con la familia Quintero, responsable de tráfico de drogas de México hacia Estados Unidos.

Explica que en los años 80 frente a su casa vivía Juan José Quintero (capturado en 1999 acusado de tráfico de drogas) y que su vecino le pidió atender a su papá del cáncer que sufría, por lo que el médico llevó al paciente a Houston, donde lo acompañó por 20 días. "Cuando regresamos hubo una reunión en su casa. Y en esa reunión estaban todos. Sus nietos, sus hijos y todos y les dijo: Miren, yo estoy muy agradecido con este hombre, con este doctor, porque si yo tuviera todo el oro del mundo, no alcanzaría a pagarle tantas bondades y tantas atenciones que tuvo hacia conmigo. Y allí nació una amistad. Y yo siempre lo he dicho. Digo, lo correcto es lo correcto...".

En 1990, años después del asesinato del agente de la DEA, el nombre de Humberto Álvarez Machain apareció como participante de las torturas contra Camarena. El médico dice que consultó con abogados ese tema y ellos le dijeron que no había nada que tener. Sin embargo, fue secuestrado en su consultorio y llevado de manera ilegal a Estados Unidos, donde enfrentó un juicio lleno de apelaciones y en el cual, finalmente, fue liberado por el juez por falta de pruebas contundentes en su contra.

—¿Fue fácil regresar a México? Asumo que estaba contento por regresar, pero ¿Cómo lo recibió la familia, cómo lo recibió la gente...?

– Todo el mundo me recibió perfectamente bien. Gente de la procuraduría. Toda la gente, inclusive el presidente don Carlos Salinas de Gortari. Todo el gobierno me dio una cordial bienvenida.

—Pero la gente. Es decir, siempre va a cargar con el estigma o con el peso de una acusación en su contra...

—Siempre hay esa duda y siempre hay eso. Pero yo siempre les he dicho: yo no salí libre por mi propia voluntad. Yo salí libre en una corte federal de los Estados Unidos, por la decisión de un juez federal. Donde con base en razones y de acusaciones que no existían, salí libre. Júzguenme.

—¿Cuánto tiempo le tomó volver a hacer una vida, si se puede decir, normal?

—Es muy difícil, pues pasa uno situaciones difíciles. Pero con el tiempo que estás encerrado, lo que dejas de trabajar, que para un ser humano que está acostumbrado, pues es difícil. Pero una vez inmediatamente [de regreso] me reinstalaron en mi trabajo (...) puse mi negocito y ya empecé mi vida normal. Como hasta la fecha sigo viviendo donde mismo, sigo en el negocio donde mismo. Sigo siendo la misma persona. No me escondo de nada ni de nadie.

En la serie de televisión Narcos México, de Netflix, aparece un personaje que simula ser el médico Humberto Álvarez Machain, proporcionado drogas al agente de la DEA para mantenerlo vivo durante la tortura. Cuando se menciona el tema, el jalisciense muestra cara de disgusto.

—¿Usted no es el personaje que aparece allí?

—No. En lo absoluto.

—¿Le ha afectado esa serie?

—Sí. Porque me dicen, ahí sales; y mira. Que eso y que lo otro. Pero yo les digo: pues sí, verdad, pero realmente son puras mentiras. Y meten ahí a otra persona. Y es muy fácil meter a otra persona.

—Ha hablado directamente con alguien de Netflix

—No. Se envió una carta por medio de mis abogados, y estamos esperando a ver qué contestan.

—¿Vale la pena este esfuerzo? ¿No le dan ganas a veces de decir: que ahí muera todo?

—Es que lo que yo estoy esperando es cómo reacciona, precisamente, Netflix. Cómo reacciona precisamente... A mí con que me diga, a ver Beto, no quise ofenderte, te pido una disculpa de haberte sacado, de...

—¿Eso será suficiente?

—Que reconozcan realmente el error tan grande que hizo. Yo creo que es lo principal. Que reconozcan.

—Usted está tranquilo.

—Siempre. Estoy tan tranquilo que eso fue hace 30 años. Tú crees que puedan buscar algún avance, o alguna cosa, después de 30 años. Yo no creo. No creo. Pero aquí estoy. Si quieren hacer otro juicio, si quieren hacer otra cosa, aquí estoy.

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