Narcos operan por mar: las 'marcorutas' de Colombia a México

De acuerdo con el Centro Internacional Marítimo de Análisis Contra el Narcotráfico (Cimcon), para llegar a Estados Unidos, México es "territorio imprescindible" para los criminales que operan con submarinos y barcos pesqueros.

Las embarcaciones que transitan por el Caribe tienen como destino Yucatán y Quintana Roo. (EFE)
Ciudad de México /

Con lanchas rápidas, yates, veleros y submarinos, los cárteles de la droga trasladan en cinco o hasta 15 días, toneladas de estupefacientes provenientes de Centro y Sudamérica hacia México, para su trasiego a Estados Unidos.

Organizaciones criminales internacionales emplean distintas rutas marítimas para el trasiego de cocaína, mariguana, cristal, fentanilo y heroína, desde Costa Rica, El Salvador, Perú, Ecuador y Colombia.

Las embarcaciones que transitan por el Caribe tienen como destino Yucatán y Quintana Roo; mientras que las que navegan por el Pacífico dominan el oeste del país, de sur a norte, en los estados de:

  • Chiapas
  • Oaxaca
  • Guerrero
  • Michoacán
  • Colima
  • Jalisco
  • Nayarit
  • Sinaloa
  • Sonora
  • Baja California Sur
  • Baja California
Las embarcaciones con droga desde El Caribe, tardan 11 días en llegar a Jalisco y Sinaloa. (EFE)

De acuerdo con el Centro Internacional Marítimo de Análisis Contra el Narcotráfico (Cimcon) de Colombia, por su ubicación y geografía estratégica, México resulta un "territorio imprescindible" para las organizaciones criminales transnacionales.

"Los cargamentos ilegales se trasladan por buques mercantes, contenedores, veleros y yates; mientras que los puntos de partida de lanchas rápidas, semi-sumergibles y sumergibles en las zonas costeras selváticas de difícil acceso", puntualiza el reporte La Dinámica del Narcotráfico Marítimo, del Cimcon.

Las 7 rutas marítimas de la droga

Hacia México corren siete rutas marítimas para la distribución de estupefacientes. La más rápida es la que zarpa de Buenaventura, Colombia, en 24 horas a Costa Rica o El Salvador, donde recargan combustible y cruzan el Caribe hasta Yucatán o Quintana Roo en cuatro días.

De las Esmeraldas, Ecuador, parten embarcaciones hacia las costas de Guatemala y Chiapas, trayecto para que el que requieren siete días y cinco abastecimientos.

Desde San Lorenzo, Ecuador, salen las que arriban a Oaxaca y Guerrero, luego de pasar ocho días en altamar. Mientras que de Puerto Rico y Ecuador zarpan y mantienen nueve días de trayecto a Michoacán y Guerrero.

Desde los puntos antes mencionados del Caribe y Sudamérica también parten hacia Jalisco y Sinaloa, en un periodo de 11 días. Y de Ayampe, Ecuador con 15 días en altamar y ocho abastecimientos, hasta Sonora y toda la península de Baja California.

En 2019, la Secretaría de Marina detuvo 280 embarcaciones con toneladas de drogas, provenientes de las rutas, que tenían como principal destino los puertos de Lázaro Cárdenas, Michoacán, y Manzanillo, Colima.

Transportan droga hasta en barcos pesqueros

Para que las toneladas de drogas pasen desapercibidas ante los ojos de las autoridades, los grupos criminales usan yates, veleros, submarinos y hasta barcos pesqueros.

Las lanchas rápidas les sirven para recorrer grandes distancias y usan su velocidad para eludir a las autoridades, son las que participan en la mayor parte de los operativos de distribución y pueden cargas hasta dos toneladas de narcóticos.

Foto: Jorge Carballo

Los submarinos y semisumergibles son los menos detectados por las labores de inteligencia, toda vez que se usan en rutas de aguas internacionales para ser imperceptibles a los radares.

Su navegación bajo el agua, sigilo y gran capacidad de carga proporcionan menor probabilidad de intercepción. Tienen capacidad para siete toneladas y son de navegación automática.

Los yates y veleros se usan sobre todo en el mar Caribe y las Baja Californias, donde se camuflajean como medios de recreo turístico. Al no contar con Sistema de Identificación Automática no pueden regularse ni rastrearse, y transportan hasta dos toneladas.

Los barcos atuneros y camaroneros también son de uso común por los cárteles para el traslado, principalmente, de cocaína y marihuana. Además de que brindan apoyo logístico a otras embarcaciones de mayor capacidad.

Como las anteriores, no cuentan con Sistema de Identificación Automática, lo que hace imposible su detección en los radares de las autoridades marítimas.

Del mar al aire

Una vez que los cargamentos tocan suelo mexicano, inicia un nuevo ciclo de distribución y movilidad, donde la droga llega a pistas clandestinas cerca de los puertos y se sube a avionetas tipo cessna para su reparto en México y Estados Unidos.

Los principales puntos para que la droga despegue son en las costas del Pacífico como Sinaloa, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas. De acuerdo con el Cimcom “el control de los territorios en esas regiones y rutas esta supeditado a las organizaciones criminales transnacionales”.

En 2019 la Marina incautó de 6.4 toneladas de cocaína, 23. 6 de marihuana, 2.7 de cristal y 12 kilos de fentanilo y 8 de heroína (Javier Ríos)

Durante 2019 la Secretaría de Marina realizó diversos operativos en las costas y aguas nacionales que derivaron del aseguramiento de 69 embarcaciones: 60 lanchas, 2 sumergibles, 6 buques y un velero.

Con ello, los marinos “continuaron con su tendencia registrada en 2018, donde la mayoría de embarcaciones detenidas fueron lanchas por su versatilidad operativa”.


El Dato

El año pasado, la Marina logró la incautar 6.4 toneladas de cocaína, 23. 6 toneladas de marihuana, 2.7 toneladas de cristal, 12 kilogramos de fentanilo y 8 de heroína.


  • Israel Navarro
  • israel.navarro@milenio.com
  • Licenciado en Comunicación y Periodismo por la UNAM. Reportero de Grupo MILENIO desde hace más de 10 años asignado a temas de política y crimen organizado.

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