Mariel Colón Miró, la abogada que lleva los casos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán y de su pareja Emma Coronel en Estados Unidos, consiguió la defensa a través de un anuncio publicado en una página de clasificados en internet. Tres años después de aquella proeza para su carrera, las cosas han cambiado y ahora presentará ante la Suprema Corte un recurso para exigir el cese a la tortura que padece su cliente.
La abogada puertorriqueña se ha convertido en una de las defensoras más cotizadas en el área penal de ese país, luego de aparecer al lado del capo fundador del cártel de Sinaloa durante el llamado “Juicio del Siglo”, pero también tras representar a su pareja y lograr un acuerdo de cooperación sin precedentes en la historia del narcotráfico y los juicios de alto perfil.
En entrevista para MILENIO, Mariel Colón Miró revela cómo ha sido trabajar para la familia Guzmán-Coronel, pero también adelanta que en el caso de “El Chapo” se jugarán la última carta: se enfrentarán a la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, donde intentarán que se revisen las condiciones de confinamiento, tratos inhumanos y tortura sistemática que vive por parte de las autoridades federales.
Será el 30 de abril como fecha máxima, cuando la defensora de Guzmán presente el escrito ante la última instancia de justicia que le queda al sinaloense. Cuenta en exclusiva el recurso legal se peleará por una vía: tortura. Y es que las condiciones de reclusión que vive en la Penitenciaría Administrativa de Máxima Seguridad en Florence (Colorado) prácticamente eso son.
“No lo sacan al aire libre, no lo sacan ni un día, hemos tenido muchos problemas porque no lo atienden médicamente si se enferma. Los pedidos los ignoran. No puede tener ni dos llamadas de 15 minutos al mes, no puede hablar con su pareja. El gobierno alega que lo necesitan tener bajo esas restricciones porque puede pasar algún mensaje”, dice.
Derechos básicos como el acceso al agua, atender un dolor de muelas, tener una llamada con su pareja, dice Mariel Colón, son violados sistemáticamente al interior del penal conocido como el Alcatraz de las Rocosas, la prisión de mayor seguridad en el país.
A pesar de esto, dice la penalista, Guzmán se mantiene muy fuerte, “no se deja caer”. Ahora se dedica a leer mucho y está positivo ante su última oportunidad de mejorar sus condiciones de confinamiento durante los años que le queden de vida.
El anuncio clasificado
Mariel Colón se emociona, alza la voz y cuenta con orgullo cómo le llegó “el caso”. “¡El Caso!”, repite contenta. Su risa es contagiosa y aunque llegó hace algunos años a Estados Unidos no ha perdido su acento puertoriqueño. La joven abogada de 30 años habla sin formalismos.
Cuenta que recién había salido de estudiar abogacía y estaba esperando una revalidación para poder empezar a trabajar por primera vez. “El punto es que iba a estar sin trabajo. Entonces yo dije… Obviamente ya tengo que ponerme a buscar algo porque la familia no me va apoyar económicamente y los préstamos estudiantiles no te digo. Así que me puse a buscar en diferentes páginas de internet”.
Fue por eso que a Mariel se le ocurrió entrar a páginas de clasificados, entre ellas Craigslist, un sitio mayormente de venta de carros usados. Fue ahí donde vio un anuncio: de hecho bastante escueto y sin detalles.
—"¿Cómo que Craigslist?", le preguntó. No se ofende, por el contrario, empieza a contarlo rápido y emocionada.—Había un comunicado que necesitaban un paralegal que hablara español para una firma de abogados defensores criminalistas. Así que yo dije esto es para mí y apliqué, me regresan la llamada y así fue, y cuando llego me dicen “es que se necesita una persona que fuera a ver a un cliente”, aún no decían quién porque el add (dirección) no decía. Me dicen que es para un caso “que tenemos la persona que va a ir para juicio y el cliente de nosotros no habla inglés y hay que traducirle todos los documentos legales a la persona. Y es básicamente prepararlo para el juicio, así que hay que ir todos los días a verlo a la cárcel”. Y yo dije “bueno, pues no hay problema”.
La abogada detalla que “obviamente me dicen quién es la persona pero yo (se ríe) no sabía muy bien quién era. “Es Joaquín Guzmán 'El Chapo'”, me dicen y yo como que “ajá”. O sea, sí me sonaba el nombre. Y bueno, obviamente salgo de ahí y hago mi Google Search, pues me dejaron intrigada, y cuando empiezo… olvídate.
Mariel Colón dice que cuando se enteró de quién era 'El Chapo' le dieron más ganas de involucrarse en el caso. Lo vio como una oportunidad. Y es que a cualquier abogado que le apasionen las leyes criminales este era “El Caso” para aprender, para crecer. “El Caso”, punto.
— Así que me puse muy contenta y así comencé, y en todo ese proceso, mientras estoy trabajando con el señor Guzmán como paralegal ya me juramento, me convierto en abogada y ahí me contrata para quedarme ya como abogada.
— ¿Crees que no conocer nada de El Chapo te ayudó a no tener prejuicios?
— Yo no tengo ningún prejuicio con mi cliente. Y es que si yo tuviera (prejuicios), no podría hacer lo que hago, por eso es que hay fiscales que nunca se verían representando a alguien acusado de un crimen, y se respeta. Yo no juzgo, ni me va a llegar un cliente que yo vaya a decir “a esta persona no la representaría”. Bring it on (Hagámoslo), mientras más clientes yo pueda representar y ayudar, para mí es bienvenido. Yo lo veo de esta manera: cuando el resto del mundo le ha dado la espalda a estas personas, y en un aspecto negativo, el que yo sea una de las pocas que no lo ha hecho me llena de mucha satisfacción.
— ¿Cómo fue tu primer encuentro con 'El Chapo'?
— Yo fui sola al centro, se supone que la abogada que me había contratado me acompañaría, pero terminé yendo sola porque ese mismo día ella pierde su cartera. Así que yo ya iba en camino y me dice: “sabes que vamos a tener que esperar a que yo vuelva y saque estas identificaciones”; y yo dije yo no voy a esperar, así que fui sola. Pues muy simpático el señor Guzmán y muy respetuoso. Hablamos por horas porque es que a los dos nos encanta hablar, así que imagínate. Sigo con él como abogada, así que creo que le caigo bien.
Mariel Colón habla también de cómo fue que le asignaron la defensa de estos dos personajes de alto perfil, en un mundo dominado por hombres y blancos. Por eso, para ella, ser una de las pocas latinas, mujeres, y en el campo criminal con casos de tan alto perfil y a tan corta edad, es romper barreras.
Aunque eso no evitó que se topara con muchas personas que no creían que ella era capaz de llevar el caso del siglo, de hecho, hasta llegaron a insinuar que “quién sabe cómo había llegado ahí”.
Vivió muchos celos profesionales por parte de colegas o gente del gobierno, dice que “pensaban que era el eslabón débil, que podían abusar porque no tenía experiencia”. Entonces además de los nervios, y todos los reflectores, tuvo que enfrentarse a estos hombres.
El caso de Joaquín Guzmán terminó en julio de 2019 con una sentencia de cadena perpetua y 30 años adicionales, además de la incautación de 12 mil 700 millones de dólares. Sí le dolió. Admite que le tomó cariño al “Chapo”: “cómo no”, explica, si se pasó 7 u 8 horas al día estudiando evidencia con él. Una de las pocas que pudo estar con él en prisión.
— Se perdió el caso, y no solo eso, fue cadena perpetua.— Yo me siento satisfecha porque entiendo que hicimos todo lo posible y al final de cuentas decidió un jurado. Aun así no nos hemos rendido. Hasta que no podamos más para tratar de ayudar a nuestro cliente.
Sin embargo la relación de Mariel con la familia Guzmán no terminó con el caso de 'El Chapo'. La puertorriqueña se convertiría en la abogada principal de su esposa Emma Coronel Aispuro. “Ni nos imaginamos”, dice, y es que en febrero del 2021 fue detenida en el aeropuerto internacional de Dulles, en Virginia, acusada de tráfico de drogas y otros cargos.
Una detención que definitivamente sorprendió, ya que históricamente las esposas de los capos no son acusadas en Estados Unidos. A Emma Coronel incluso se le acusó de ayudar a escapar a su esposo de prisión en México.
La abogada dice que el caso evidentemente fue diferente al de su esposo, ya que había aprendido a desarrollar mucha paciencia y había adquirido experiencia en cómo trabajar con la familia Guzmán y en cómo trabajar bajo la presión del ojo mediático.
— La señora Coronel no solo es una clienta, yo la considero una amiga. De hecho ni nos imaginamos que ella estaría en esa situación, y pues hablábamos, tenemos casi la misma edad, así que obviamente compartimos muchos temas en común y pasamos mucho tiempo juntas.—Pero ese, Mariel, el caso de Emma, fue un rotundo éxito…
—Los cargos eran diferentes y ella asumió su responsabilidad muy rápido, y eso conllevó a unos beneficios, se declaró culpable y decidió no pelear su caso, contrario a su esposo. El hecho de que ella era una participante menor y pues que había un recurso como la válvula de escape le permitieron poder llegar a una sentencia más baja. Y como te decía: ella era una amiga y uno no quiere ver a una amiga en la cárcel. Eso fue para mí algo muy feliz y gratificante.
Mariel Colón recuerda que estos fueron sus primeros dos casos, por eso resultó difícil darse a respetar tanto con sus colegas como con las fiscalías, ser escuchada y que la tomaran en cuenta. No fue tarea fácil pero se hizo y siguió perseverando. La clave es no dejarse intimidar y eso fue precisamente lo que yo hice.
Emma Coronel estará libre el próximo año, como ciudadana norteamericana que tendrá la decisión de quedarse a vivir en Estados Unidos o regresar con sus hijas a México.
Mientras tanto, Mariel Colón ha formado su despacho de abogados. Su página de internet, salpicada por aquí y por allá de rosa, y con fotos donde está sonriente y relajada, lo cual dista mucho de otros penalistas, que posan serios y con libros.
La abogada dice que el plan es contratar más mujeres, mujeres hispanas, además su objetivo es ser ejemplo para las jóvenes que quieran estudiar áreas mayormente dominadas por hombres; ella dice que es un ejemplo de que se puede lograr.
dr