A cinco años de la noche de Iguala, el perito José Luis Torero sostuvo que los 43 normalistas de Ayotzinapa no pudieron ser incinerados en el basurero de Cocula entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
El experto en materia de incendios, y quien integró el denominado Grupo Colegiado en Materia de Fuego, publicó en la revista Fire Safety Journal, en junio del año pasado, un nuevo estudio sobre el caso.
“El definitivo”, como se refirió el propio especialista peruano a su artículo denominado Experimental study on the fuel requirements for the thermal degradation of bodies by means of open pyre cremation.
Al igual que en 2016, Torero incineró cerdos para simular la quema de cuerpos humanos; sin embargo, para este estudio incrementó el número de experimentos y realizó seis para mantener sus conclusiones.
El estudio, en el que participó una veintena más de investigadores, pone como ejemplo lo ocurrido con los normalistas de Ayotzinapa.
“Un ejemplo de muy alto perfil, en el que esta correlación (eficiencia, intensidad, y duración de incendios), se convirtió en la clave para establecer la validez de una hipótesis forense, se refiere a lo que se ha denominado como “la verdad histórica” en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, México”, detalla en la introducción.
El estudio concluyó que se necesita, como mínimo, nueve veces el peso del cuerpo en madera seca para lograr la destrucción, “casi completa”, de toda la materia orgánica, cuando la pira se deja desatendida.
En condiciones ideales, abunda el documento (cuerpos más pequeños y alimentación continua de la pira con combustible), se requiere un mínimo cinco veces el peso del cuerpo en la madera seca para conseguir la destrucción casi completa de toda la materia orgánica.
Ambos escenarios no se cumplieron, de acuerdo a las declaraciones de los presuntos responsables materiales de incinerar al grupo de normalistas.
Respecto a la nueva indagatoria que realiza el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Torero aseguró que no ha sido buscado para participar en este nuevo proceso.
“Estoy al tanto de la orientación del nuevo gobierno, pero en ningún momento se me ha pedido que participe o que de mi opinión de manera oficial en cuanto al nuevo proceso que se esta siguiendo”, dijo a MILENIO.
Torero, actual jefe del Departamento de Ingeniería Civil, Ambiental, y Geomática de la Universidad de Londres, mantiene un contrato “perpetuo” de confidencialidad con la Procuraduría General de la República para discutir detalles del tercer peritaje que se realizó en el tiradero de Cocula.
“Una clausula muy clara en el contrato indica que este es un tema de Seguridad Nacional, en el cual debo mantener la confidencialidad aun después de haber terminado la vigencia del contrato”, explicó.
RLO