Alejandro Puerto esperó ocho horas para poder ingresar al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) para saber si su sobrino, desaparecido desde el 6 de marzo del año pasado, es alguno de los 237 cadáveres encontrados en tráileres refrigerados, sin embargo, su visita le generó más dudas que certezas.
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Puerto es uno de los muchos familiares de desaparecidos que acudieron ayer al IJCF para hacerse pruebas de ADN y detallar los rasgos físicos de las víctimas a los trabajadores para saber si sus parientes están almacenados en el instituto y así tratar de identificar los cuerpos.
"Acudí al área de búsqueda, llegué al mediodía, estuve esperando cerca de ocho horas hasta que tocó mi turno; vi improvisación que genera incertidumbre sobre quiénes están en los tráileres, te encuentras con un escenario peor, de desorganización", narró en entrevista con Azucena Uresti para Grupo Fórmula.
El "olor a muerte" se percibe en varias cuadras a la redonda, añadió, lo que fue confirmado por habitantes de la zona en respuesta a una serie de tuits que publicó tras salir del IJCF.
La espera es larga para los familiares de las víctimas y en el interior se encuentran que las personas que recaban la información no son especialistas, "son trabajadoras de servicio social, no están capacitadas ", señaló.
Cuando por fin entró en las oficinas observó que los datos son cotejados "a mano", pues la información es recabada en carpetas escritas con pluma.
"Cuando entro, yo pensé que era una base de datos y lo que encontré, tenían carpetas de archivos y de ahí lo tomaban, la cotejaban con carpetas abultadas", acusó.
Conocer el manejo de la información en el IJCF le generó más dudas, pues está convencido de que el problema no sólo está presente en el instituto, sino en todos los Servicios Médicos Forenses (Semefo) del país, "qué tal que sí estaba en otras delegaciones donde fui, pero el sistema es tan precario que me dijeron que no", reflexionó.
Puerto también se encontró con deficiencias tecnológicas, "apenas les estaban poniendo internet y computadoras apresuradamente" y acusó al gobierno estatal de querer "limpiar la imagen" del mandatario Aristóteles Sandoval sin poner atención al problema principal, la identificación de cuerpos.
Lamentablemente, los trabajadores del IJCF dijeron a Alejandro Puerto que su familiar no estaba en la base de datos, pero que volviera en una semana, pues por la tarde sólo revisan archivos de 2018.
"Lo que más dolió de todo lo que experimentamos hoy en el IJCF, fue darnos cuenta de lo mucho que la gente está dispuesta a soportar un trato indigno e inhumano con tal de encontrar a sus familiares", escribió en su cuenta de Twitter.
RLO