Una conductora de un taxi de aplicación tuvo que vender los muebles de su casa para sacar adelante a sus hijos, tras los operativos que implementó la Agencia Estatal del Transporte.
Laura Martínez dijo que teme a que le quiten su carro y la multen por trabajar en lo que es su único sustento.
“No tengo comedor, televisión, tengo que deshacerme de muebles para salir adelante.
“No puedo pasar por cierta avenida porque hay operativos, te paran, te revisan y no puedo pagar una multa de 40 mil pesos. Soy divorciada, tengo dos hijos, este trabajo se me acomoda para llevar a mis hijos a la escuela, no puedo cambiar de empleo porque no puedo desobligarme de ellos”, mencionó.
Ante esta situación, la mujer pidió que las autoridades dejen trabajar a todos los conductores que operan de esta forma para las compañías de Uber y Didi.
Con información de Leyda Estrada.