Paramédicos de la Cruz Roja de Torreón trajeron a una bebé a la vida, luego de que su madre comenzó con la labor de parto al interior de su domicilio, lugar donde dio a luz, siendo apoyada por su familia y los socorristas.
Esta historia comenzó alrededor de las 10:40 horas de este miércoles, cuando al Sistema De Emergencias 911 fue reportado que una mujer estaba en trabajo de parto al interior de su casa, por lo que la llamada fue canalizada a la sala de radios de la Cruz Roja.
Una ambulancia acudió al domicilio, la casa marcada con el número 11 de la calle Gustavo Díaz Ordaz, en la colonia Nueva Laguna Norte.
Al llegar los Técnicos en Urgencias Médicas, Guadalupe Reza Rodríguez de 22 años y Rubén Eduardo Gallegos de 26 años, ingresaron a la casa, donde la madre ya estaba dando a luz a la bebé sobre la cama de su habitación.
Lupita, como le dicen de cariño a la paramédico, comenzó con el apoyo de las maniobras, atendiendo al bebé que ya había salido por completo y pinzando el cordón umbilical para después cortarlo, limpiando al recién nacido, una niña que nació sana y fuerte.
Una vez que la bebé estuvo en brazos de su padre, Lupita y Eduardo comenzaron con la atención prehospitalaria de la madre, Karen Julia de 23 años, quien con esta bebé suma ya cuatro hijos.
Después de revisar que madre e hija estuvieran estables, la ambulancia se los llevó trasladados a un hospital de la ciudad para que continuaran siendo atendidos.
Para Lupita, quien con la llegada de este bebé suma ya ocho partos que ha atendido, cada alumbramiento es como el primero que atendió, pues señala que siempre están los nervios presentes.
"Los nervios son como la primera vez, porque no sabes como va estar el bebé, cómo viene, cómo va a reaccionar la mamá en su labor de parto, si se pude complicar al momento de dar a luz... los nervios siguen en pie en el camino", destacó la paramédico.
Además de los nervios, una vez que todo pasa la sensación de escuchar llorar a un bebé recién nacido, es para Lupita una de las mejores experiencias que le puede dejar su trabajo.
"Al llegar al lugar empezamos a revisar a la bebé y al momento de estar ligando el cordón la bebé llora, es una sensación muy bonita cada uno de los servicios y en especial estos, porque vemos como una nueva vida está llegando al momento de que llora y la familia te dice gracias, que que bueno que llegamos porque no sabíamos que hacer".
Por su parte Eduardo se dijo agradecido de poder participar en esta experiencia, algo que a lo largo de su carrera ha podido recibir a nueve bebés, tanto dentro de sus viviendas como en vehículos.
"Es una experiencia muy bonita la cual comparto con los compañeros de guardia, es algo bonito ver llegar a un bebé a esta vida y más que nada brindar la atención a la mamá y que llegue lo mejor posible a un hospital", señaló el paramédico y operador de ambulancia.
Finalmente y antes de subir a la ambulancia, la familia de la bebé inmortalizó el momento con una foto donde cada uno de los paramédicos sostiene a la niña, buscando así tener un buen recuerdo de las primeras fotos de su hija.