Luego del asesinato de un pastor en un templo cristiano en la colonia Nueva Atzacoalco de la alcaldía Gustavo A. Madero, las víctimas sufrieron un segundo robo, ahora por parte de las autoridades, o al menos así lo aseguran familiares del hombre.
El miércoles 23 de noviembre, alrededor de las 20:00 horas, en la iglesia Nazaret, localizada entre las calles 317 y 312, el predicador de aproximadamente 60 años fue asesinado a puñaladas. Tres hombres y dos mujeres ingresaron al lugar, primero golpearon a la esposa de la víctima de, 73 años, y a su hija de 43. A ambas las amarraron.
Presuntamente se robaron 30 mil pesos. La mujer más joven logró desatarse y pidió ayuda y llegaron elementos de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC) y Policías de Investigación de la Fiscalía de Homicidios de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Son estos últimos agentes los que supuestamente hurtaron los 300 mil pesos a la familia del pastor.
- Te recomendamos En CdMx, detienen a dos familiares de niño asesinado a golpes en la GAM Policía
De acuerdo con la denuncia hecha por la esposa y familiares, dos policías de investigación le preguntaron si en el lugar había más cosas de valor; la víctima, confiada, les mostró el lugar exacto donde el pastor guardaba más de 300 mil pesos.
Los agentes recorrieron el templo para realizar sus indagatorias. Minutos después, la esposa del pastor pidió que esos policías fueron detenidos, pues aseguró que el dinero que su marido guardaba y ella les mostró ya no estaba en su lugar.
Policías preventivos detuvieron a los policías de investigación y por un momento los familiares retuvieron a los detectives e intentaron golpearlos.
Se trata de los agentes Anabel 'N' de 37 años y Próspero 'N' de 31, quienes fueron puestos a disposición del Ministerio Público, pero una vez ante la autoridad, los de investigación culparon a los policías de la SSC.
De forma paradójica, la acusada agente Ramírez hace apenas unas semanas recibió un reconocimiento por su trabajo de manos de la fiscal general, Ernestina Godoy.
DMZ