Las historias de estadunidenses arrestados en la frontera parecen clonadas, de tantas semejanzas que guardan. La mayoría de ellas corresponde a hombres maduros que intentaron reingresar a su país luego de esconderse durante un tiempo en México.
Por lo general buscaban cruzar la frontera para pasar allá el periodo navideño o internarse durante otros días festivos, pero la revisión biométrica no les permitió impunidad: muchos de ellos eran prófugos de la justicia que tenían cuentas pendientes por pedofilia y abuso sexual.
“En el Puente Internacional detuvieron a Julio Maury, un ciudadano estadunidense de Springfield, Missouri, buscado con una orden de arresto por delito grave pendiente por manoseo infantil”, se lee en un reporte oficial. Y como él, Sanzabeedee Guerrero y Carlos Alejo Bolado fueron cazados en la frontera por agravios similares.
Una base de datos elaborada por MILENIO a partir de reportes oficiales y órdenes de arresto en la Unión Americana, reveló que la Policía Fronteriza detuvo a 131 fugitivos estadunidenses en 2023, un incremento de 23.5 por ciento respecto de 2022, cuando fueron detenidos 106 ciudadanos de aquel país.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) consigna que el estado que acaparó la cacería de personas con denuncias fue Texas, donde ocurrieron 129 casos este año. Los puntos fronterizos colindantes con Laredo suelen ser las zonas de refugio predilectas de los infractores.
Lo preocupante es algo que la misma Patrulla Fronteriza reconoce, y es que durante 2023 se reprodujeron los casos con una similaridad que pareciera calcada:
“Mientras procesaban el intenso tráfico de Año Nuevo y Reyes durante un período de siete días, los oficiales de CBP en los puertos de entrada de Brownsville a Del Río detuvieron a cuatro fugitivos buscados por órdenes de arresto por delitos sexuales, la mayoría de ellos contra niños”.
Se refieren a que, tras el periodo navideño, en enero, uno de esos fugitivos era Paxton Wolf, ciudadano estadunidense, quien tenía una orden de arresto pendiente por agresión sexual; y también estaba Humberto Valtierra, residente permanente en aquel país quien tenía una orden de arresto pendiente por abuso sexual contra otro niño.
Ya hay entidades mexicanas que están coadyuvando con el CBP, como Baja California, donde opera la Unidad de Enlace Internacional de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC). Se les conoce como los Caza Gringos. Lugares como Rosarito han sido un punto de encuentro para estos prófugos.
Hoy en los carteles que aparecen en redes sociales de esta policía fronteriza, figuran ciudadanos estadunidenses que en muchos casos fueron detenidos en playera y shorts mientras daban un paseo por la playa y disfrutaban de una nueva identidad.
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Biometría y nostalgia
Desde los primeros días de 2023 los agentes del CBP lo dejaron claro: estaban al acecho de ciudadanos reportados.
Como Maury Escobar, de 45 años, quien llegó desde México al Puente Internacional Reynosa-Pharr y un oficial de CBP lo aseguró inmediatamente después de descubrir que podría tener una orden de arresto.
Una vez en la revisión secundaria, la verificación biométrica lo confirmó inmediatamente: tenía, en efecto, una orden activa de la Oficina del Sheriff del condado de Bexar, en San Antonio, Texas. Escobar era buscado desde enero de 2023, era acusado de manosear a un niño, lo cual es un delito muy grave en ese estado.
En enero del presente año, el director del puerto de entrada a México desde Laredo, Alberto Flores, confirma que la verificación de las personas buscadas a través de las bases de datos de las fuerzas del orden y datos biométricos han ayudado a las autoridades a perseguir a estos presuntos delincuentes y llevarlos ante la justicia estadunidense, después de permanecer escondidos en México.
Incluso en las semanas posteriores a enero los agentes detectaron que se mantenían al alza las aprehensiones durante períodos festivos y de reuniones familiares en Estados Unidos. Hasta los abusadores y agresores sexuales tienen su corazoncito y deciden regresar pese a que son buscados por la justicia.
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Les entra la nostalgia en ciertas temporadas.
Por ejemplo, durante el llamado Presidents’ Day –que en 2023 ocurrió el 20 de febrero– las autoridades detuvieron en la frontera con Nuevo Laredo ese fin de semana a siete prófugos de la justicia. Y en sus reportes describieron más o menos las mismas causas.
“Sanzabeedee Guerrero, ciudadano estadunidense, tenía una orden de arresto pendiente en la Oficina del Sheriff del Condado de Hidalgo por agresión sexual contra un niño”. Otro caso: “Carlos Alejo Bolado Gámez, tenía una orden de arresto pendiente del Departamento de Policía de Forrest Hill por agresión sexual agravada a un niño”. Los reportes son casi idénticos.
La estadística siguió incrementando y para abril, en sólo 15 días se logró la detención de 36 prófugos más. Uno de los casos sonados fue el del 2 de marzo en el puerto de Columbus, Nuevo México, en el cual un ciudadano estadunidense de 55 años, buscado por delincuencia sexual, posesión de pornografía infantil y agresión sexual agravada a un niño, fue captado y arrestado en el cruce fronterizo.
En este caso quienes lo descubrieron fueron las autoridades mexicanas, que, coordinadas con el CBP y otras agencias federales, pudieron repatriar al individuo a través del puerto de entrada de El Paso. Durante ese mismo evento encontraron otros prófugos de explotación sexual y de más agresiones sexuales contra infantes.
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Se incrementó la captura de fugitivos
La revisión realizada por este diario revela que durante 2023 hubo un repunte de 23.5 por ciento en el número de casos de prófugos de la justicia que fueron capturados en comparación con las detenciones registradas durante el año previo.
Se encontró que las autoridades cazaron a 106 gringos de cargos relacionados con abuso sexual, aunque en 2022 hubo más variedad en la naturaleza de los crímenes cometidos: siete casos pertenecían a homicidas que se escondían en México y otros 58 casos estaban relacionados con fugitivos que tenían cargos pendientes por tráfico o venta de drogas.
En ese momento el director de Operaciones de Campo en El Paso, Héctor A. Mancha, fue contundente al advertir que detendrían a los prófugos y protegerían su país de aquellos con órdenes pendientes por el comercio ilegal de narcóticos.
En ese sentido, después de las fiestas de fin de año, en únicamente 13 días hubo 34 arrestos. Durante esas primeras semanas intentaron cruzar personas que tenían cargos pendientes como agresión sexual agravada o explotación sexual de un menor, secuestro o indecencia contra un infante y actos lascivos que afectaron a un pequeño.
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Texas y playas mexicanas
Durante el año que está por concluir, 129 de los 131 casos de fugitivos detenidos en la frontera ocurrieron en los cruces con Texas.
La estadística se mantiene, pues durante el 2022 de los 106 casos que se dieron en las fronteras, 105 ocurrieron en la línea divisoria con el estado de la estrella solitaria.
Si bien la mayoría de los prófugos fueron detenidos ahí, las autoridades de otros bordes fronterizos, como Baja California, han reconocido que la cacería se da en su territorio ya que históricamente en ciertos lugares playeros, pequeños como Rosarito, se duele dar la presencia de estadunidenses perseguidos por las autoridades de su país.
Aquí, un ejemplo clásico de cómo se da una búsqueda: el 11 de marzo de 2023 las autoridades de Baja California publicaron en sus redes una fotografía de un hombre rubio, de unos 50 años, con corte a rape en el frente, pero con melena en la parte trasera, bigote prominente, camisa a cuadros. Parecía un típico tráilero e iban tras de él.
Las autoridades describieron que este sujeto se escondía en los linderos de las playas de Rosarito, Baja California, y se emitió una alerta por parte de US Marshalls o Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos, en la que se confirmó la búsqueda. También se le perseguía por delitos sexuales en su país.
Estas estadísticas demuestran que los prófugos estadunidenses siguen eligiendo algunos lugares de México para esconderse. Ahí intentan iniciar una nueva vida, dado que en Estados Unidos tienen muchas cuentas pendientes por saldar. Pero a algunos la justicia, de una u otra forma, tarde o temprano, siempre los alcanza.
MO