Con el cierre definitivo el próximo 30 de septiembre, el Gobierno de Nuevo León pondrá fin a una historia de masacres, motines y riñas al interior del penal del Topo Chico. Sin duda alguna, el hecho que más causó impacto a nivel mundial en el centro penitenciario fue la muerte de 49 internos y decenas de heridos tras un enfrentamiento que se dio entre dos grupos del crimen organizado en febrero del 2016.
En esa ocasión, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón refirió que el enfrentamiento se dio entre los grupos de Jorge Iván Hernández Cantú, El Credo, y Juan Pedro Saldívar Farías, El Z 27
Posteriormente, en junio de ese mismo año, la historia se repetía, pero ahora el saldo fue mucho menor, al solo quedar tres reclusos sin vida y 19 lesionados
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Los elementos federales y estatales rodearon el reclusorio y bloquearon el acceso en varias calles a la redonda, en previsión de una fuga, además de facilitar las labores del personal forense y recolector de evidencias.
Ya para el marzo del 2019 se dio otro motín, el cual solamente dejó una persona sin vida por un infarto, al presenciar una riña entre reclusos y policías estatales, derivado de inconformidades por traslados a otros penales
También se recuerda el asesinato del ex director Alfonso Domene, en marzo de 1980; la muerte del zar de la piratería, Gabriel Ayala Romero; el asesinato de Francisco Martínez, ex jefe de seguridad del reclusorio, entre otros.