Autoridades iniciaron la demolición del ex penal de Topo Chico, ubicado en el municipio de Monterrey, Nuevo León.
Los trabajadores ya se encuentran retirando artículos y objetos que fueron abandonados por los reos tras ser transferidos a los Ceresos de Apodaca y Cadereyta.
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Fue en octubre de 2019 cuando se cerraron oficialmente las puertas del reclusorio luego de 76 años de operación, en cuya zona se construirá la Plaza Libertad y un Archivo del Estado.
El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, fue quien propuso el cierre del ex penal de Topo Chico tras los múltiples eventos de violencia que se registraron en el sitio.
Uno de los más conocidos ocurrió el 11 de febrero de 2016, cuando dos grupos de rivales del crimen organizado protagonizaron una masacre a su interior, dejando un saldo de 49 muertos.
El último motín ocurrió en marzo de 2019 dentro de sus instalaciones durante el traslado de reos, donde se reportó un muerto y decenas de heridos.
Debido a los rumores de posibles fosas al interior del penal, las autoridades realizaron obras de excavación y búsqueda de cuerpos durante octubre y noviembre; sin embargo, nunca se confirmó algún hallazgo.
En diciembre del año pasado se abrieron las puertas para que la ciudadanía pudiera visitar el ex penal y conocieran las condiciones en las que vivían los reos.
Con información de Erik Solheim Rocha.