Compañeros inseparables desde hace más de 30 mil años, los humanos y los lobos domesticados establecieron una relación de mutuo interés en la que los canes primitivos ayudaban al hombre vigilando los poblados y colaborando en la caza, además de la seguridad que proporcionaba al hombre frente a otros depredadores.
Este pacto de amistad persiste en la actualidad y muestra de ello son las unidades de perros policía o K9 que son adiestrados para ayudar a los cuerpos de seguridad, en labores de rescate, detección de estupefacientes, localización de explosivos y otras tareas.
“Aquí los entrenamos, llegan desde cachorros y los adiestramos hasta que llegan a una edad en la que pueden salir a las calles”, comentó David Sánchez Barrios, encargado de la Unidad Canina del Grupo Táctico SERO de la Dirección General de Seguridad Pública y Vialidad de Huixquilucan.
Explicó que la unidad cuenta con cuatro K9, de los cuales tres están activos y la más grande, una labrador de 8 años, ya no sale a trabajar porque se puede lesionar.
“De acuerdo al carácter del perro se le asignan sus funciones, los dos pastores que son un poco más agresivos que el labrador, los utilizamos para guardia-protección, mientras que el labrador lo tenemos para rescate, detección de narcóticos, armamento y artefactos explosivos”.
Apoyo en rescate
Los perros de rescate se encargan de localizar personas enterradas en avalanchas, terremotos o derrumbes, como el que ocurrió en el Cerro del Chiquihuite en el municipio de Tlalnepantla, donde los binomios caninos lograron encontrar el cuerpo de una pequeña de 3 años.
Estos equipos buscan personas desaparecidas sin necesitar referencia de su olor, el perro está entrenado para buscar cualquier olor humano, ya que en condiciones favorables pueden captar partículas a cientos de metros de distancia.
Al K9 de rescate se le entrena para encontrar olores de humanos vivos y también de personas que no sobrevivieron, porque un cadáver desprende olores diferentes al de una persona viva.
La composición del binomio
El equipo canino lo compone un binomio perro-guía, este último debe ser capaz de leer perfectamente a su compañero de cuatro patas, cuando en el caso de localizar partículas humanas muestre interés en determinada zona.
“Los entrenamos con una pelotita llamada Kong, tiene orificios donde se coloca el aroma de personas o narcóticos, luego se entierra en un terreno y deben buscarla y cuando la encuentra cree que es un premio”.
El requisito.Peludos fuertes
Explicó que los perros de búsqueda y rescate deben tener un cuerpo ágil, buena resistencia, adaptarse a condiciones frías y calientes, no ser temerosos, tener equilibrio y con patas fuertes para cavar, saltar o trepar.
Entrenamiento diario
La veterinaria Vania Romero García, encargada de la atención médica de la Unidad Canina de la policía de Huixquilucan, comentó que a diario entrenan los K9 con ejercicios, caminatas, adiestramiento de olfato, guardia y protección.
“Terminado el entrenamiento van de regreso a la base y deben enfriarse para poder tomar agua y comer. Su dieta es de un nivel elevado de proteína porque son perros con una energía muy alta”. Señaló que al terminar un operativo se les da un paseo y se relajan jugando con sus pelotas. A los 9 años, dijo, comienzan a tener problemas de visión, en las articulaciones, de displasia de cadera u codo y del olfato, por lo que a esa edad los retiran.
KVS