Persiste invasión y venta de autos en Tetlán

Vecinos de la calle Francisco Huízar se dicen cansados de la situación, denuncian amenazas por parte de los vendedores

Los vendedores estorban en las cocheras para ubicar los vehículos, algunos de ellos irregulares. (Especial)
Perla Gómez
Guadalajara /

El problema no cesa. Desde hace alrededor de nueve años, conejeros se adueñan de las calles de Tetlán, una de ellas la Francisco Huízar. Los vecinos de la vialidad se dicen cansados e ignorados por las autoridades y los propios vendedores, quienes no solo estorban en sus cocheras, sino que afirman, los amenazan. 

“Ahí siguen vendiendo en la vía pública, toda esa zona de tres, cuatro cuadras, está llena. Me pregunto yo qué poder tiene esa gente para estar allí”, se pregunta Manuel, quien vive en la zona y ha padecido desde siempre la problemática.

Los operativos que a lo largo de este tiempo han hecho las autoridades en la zona, y que han tenido como consecuencia levantamiento de vehículos a la venta que invaden o cuyo estado es irregular –no tener placas, permisos vencidos, detalles en su registro- , no han sido suficientes. “Ellos están haciendo lo que quieren”, relata el vecino. 

Los colonos consideran que el problema va más allá de la invasión que los autos a la venta hacen a sus cocheras, algo que afirman ya les ha traído riñas y amenazas por parte de los conejeros, sino en garantizar la seguridad de peatones y otros usuarios de la calle, por la que pasa también el transporte público, y que de ser de dos carriles se ha convertido en una de uno solo. 

Incluso, esta semana, cuenta Manuel, hubo un accidente en el que un vehículo, a falta de espacio, chocó con una mujer que viajaba en motocicleta. 

Hace cuatro años, la Policía de Guadalajara, en coordinación con la dirección de Reglamentos Municipales y la oficina de Padrón y Licencias, señaló que se procedería en contra de los particulares que venden vehículos invadiendo la vía pública (MILENIO JALISCO, 28 de junio de 2014), y aunque en este tiempo ha habido operativos, el problema no termina del todo. 

Manuel dice que recientemente los vecinos se han acercado a la autoridad, sin éxito. No han sido escuchados ni por la policía, ni movilidad, ni el ayuntamiento. “Le hablamos a uno, le hablamos a otro, nadie hace nada”, afirma. Y añade: “Estamos hartos y cansados. Ya no sabemos qué hacer”.

La poca respuesta de las autoridades los ha llevado a pensar que algún funcionario “pesado” del gobierno forma parte de este negocio ilegal.

MC

LAS MÁS VISTAS