Armando Gallegos pensó que la desaparición de su hija Rubicela quedaría resuelta después de dos años de suplicio, tras ser encontradas sus identificaciones en la casa de Andrés, el presunto homicida en Atizapán de Zaragoza, Estado de México. Pero se equivocó.
Por ello hoy pide a la autoridad que dé celeridad a los trabajos para identificar los restos y saber si Rubicela es una de las víctimas de Andrés N.
"Ahorita no hay nada que nos puedan ofrecer. No han fijado una fecha, está trabajando la autoridad en la Ciudad de México todavía y esperemos ya terminar con esto", señaló.
A pesar de que desde hace dos semanas la familia Gallegos acudió ante la Fiscalía mexiquense para aportar mayores datos y muestras de ADN, no hay un mínimo esbozo que pueda confirmar que los restos humanos hallados en la casa de la colonia Lomas de San Miguel, en el Estado de México, sean los de la joven madre de familia.
"Yo lo único que quiero es poder tener algo de mi niña y tener un espacio en donde la familia podamos ir a visitarla para tratar de aprender a vivir con esto", dijo.
Armando Gallegos señaló que será la próxima semana cuando viaje para recibir los avances de la investigación.
Gallegos espera que lo más pronto posible le permitan traer los restos de su hija a Monterrey, en caso de que se confirme que sean de los encontrados en la casa de Atizapán de Zaragoza.
Por ello hizo un llamado a la autoridad local para una vez que esto ocurra, tener un espacio físico en donde sepultar los restos de Rubicela.