Armados con rifles, machetes y hasta con resorteras, pobladores de la comunidad indígena Tlahuica de San Juan Atzingo pretenden hacer frente a los grupos delictivos que por años han talado la zona boscosa del municipio de Ocuilan.
Los pobladores y comuneros hacen guardias para realizar recorridos en el bosque que conecta con Lagunas de Zempoala, donde últimamente los criminales se han ensañado. "Ya es mucha devastación, ya están en zonas donde antes no venían y es que vienen de muchos lados, vienen de otros estados", advierte uno de los pobladores que sostiene un rifle de caza.
Encapuchados y armados con lo que pueden, abren brechas por el bosque para que puedan realizar los recorridos; sin embargo, los delincuentes por las noches tapan las brechas para dificultar que sean sorprendidos. "Vienen de noche, vienen en la madrugada y tapan con tierra y con madera para que nosotros no podamos subir", indicó uno de los comuneros que mantiene contacto con sus compañeros a través de radios de comunicación.
No lo niegan, tienen miedo. Los que talan en esta zona probablemente pertenecen a un grupo de la delincuencia organizada y cuentan con armamento de grueso calibre, aún así, los pobladores están decididos a dar la vida por la naturaleza. "Somos seres humanos, si hay miedo, pero si no actuamos de esta manera no vamos a cuidar los bosques, qué le vamos a dejar a nuestros hijos, ya no hay agua", reconoció uno de ellos.
Entre las veredas del bosque han encontrado también los puntos de halconeo de quienes talan ilegalmente. Estos puntos tienen una discreta visión hacia las carreteras, de ahí que se comunican para advertir la presencia de autoridades o, en este caso, de los pobladores que están decididos a todo con tal de salvar la naturaleza. "Desde aquí miran a la carretera, ya cuando subimos ya se fueron y como es de noche les facilita huir entre los árboles".
Lamentaron que no hay elementos de las fuerzas federales y estatales para acompañarlos en estos recorridos, su presencia es muy de vez en cuando, mientras que, de los policías municipales no se confían. "No sé si estén con ellos, no sé si estén involucrados, pero siempre que pasa algo nunca están los municipales, menos hablar de los estatales ni de la Guardia Nacional".
Debido al abandono de las autoridades, es que los pobladores decidieron unirse y levantarse en armas en contra de los talamontes, los cuales operan en los límites del Estado de México y Morelos, justo en la zona crítica conocida como Cubio-Cruces que, entre los municipios que contempla, están Xalatlaco, Ocuilan y Santiago Tianguistenco.
PNMO