En la calle, frente al peligro, deben reaccionar de manera inmediata y eficaz. Su labor ya no es tan fácil como en su entrenamiento. Antes de portar un uniforme, una placa y un arma, para ser Policía Auxiliar de la Ciudad de México se requiere una educación especial.
En la avenida Zaragoza, de la colonia Buenavista, se ubica el Instituto de Educación Superior de la Policía Auxiliar, un espacio donde quien quiera formar parte de este cuerpo de seguridad aprende a disparar un arma, llenar una boleta de remisión, manejar una patrulla, incluso, dar primeros auxilios.
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Adentro, la disciplina es evidente. En cuanto un mando entra o camina por los pasillos, los futuros policías le saludan con respeto "¡Buenos días, señor! Sin novedad", dice uno con voz alta a un suboficial. En los muros, cuelgan retratos en honor a los jefes policiales y directores que han pasado por esta academia, pero sobre todo, que han destacado por su labor.
Del salón a la calle
Tisbe Trejo, directora de esta academia, cuenta que aquí se les enseña un poco de teoría antes de que un policía salga al campo. Hay criterios que se deben acreditar antes de usar una placa y un uniforme, así como pasar exámenes médicos, físicos y psicométricos. En las aulas de esta academia se enseña cómo emplear la ley, el uso de la fuerza policial, incluso, hasta cómo usar una computadora y su software.
El programa de formación inicial en este instituto está diseñado en cuatro fases de mil 020 horas y cuenta con registro ante el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Su red curricular se integra por siete núcleos de formación, cada uno de ellos, con sus respectivas asignaturas: Desarrollo y Acondicionamiento Físico, Marco Deontológico y Axiológico de la Función Policial, Marco Normativo de la Función Policial y Protocolos de Actuación Policial, Prevención y Vinculación Social, Técnicas y Tácticas Policiales, Formación Complementaria y Policía Auxiliar.
"Es muy complicado porque la realidad social, política y todas las realidades nos pegan mucho. Somos una institución que tiene más de 28 mil policías y es muy complicado alcanzar a veces las metas de capacitación y concientización porque somos muchos (...) Lo trascendental es que ellos tengan conciencia de lo que significa ser policía y la parte humana que le diga que es un servidor público", dice en entrevista con MILENIO.
Disparos y persecuciones virtuales
En el patio trasero hay un cuarto muy peculiar. Al entrar, las paredes están tapizadas con foami dando la idea de una cabina de radio, sólo que en lugar de consolas hay un simulador de vehículos, casi, como si se tratara de un videojuego. Éste cuenta con una pantalla 180 grados y un asiento que recrea la estructura física de una patrulla.
En la pantalla, los futuros policías pueden dimensionar qué implicaría, perseguir a algún delincuente. De acuerdo con el Policía Primero Marcelo Velázquez Cortés, instructor de los oficiales en este simulador, el tránsito vehicular complica la labor del policía.
"La situación más difícil que tiene el policía afuera es la forma de conducir ante el tránsito que hay porque en una persecución tiene que tener los tipos de conducción: ofensiva, evasiva y defensiva. Se nos dificulta porque la ciudadanía no nos presta el apoyo y se pone en el camino y tenemos que librar todo tipo de obstáculo para lograr el objetivo", comentó.
En otro simulador, los policías se capacitan para saber cómo manipular una pistola, apuntar a alguien y repeler una agresión, entre otros casos. El lugar para ello es una habitación en la que hay un muro virtual, compuesto por tres pantallas en las que se proyectan algunas simulaciones de peligro con la finalidad de que los policías sepan cuál debe ser la posición correcta en la que hay que poner el cuerpo al disparar un arma y así tener una mayor precisión en el objetivo.
La Policía Segundo Rosario Flores, encargada del área del simulador de tiro, explica que con ello se permite desarrollar conocimientos, habilidades, aptitudes y valores para que los policías generen la capacidad de llevar sus conocimientos a la vida operativa.
De hecho, aquí las armas con las que los policías trabajan en el simulador son reales, entre ellas la Glock 9 milímetros, una Escopeta 12 milímetros y M16a1 "para que los policías tengan un acercamiento más real con éstas".
Nenucos para aprender
En el Instituto de Educación Superior de la Policía Auxiliar, los aspirantes a portar un uniforme de esta corporación deben tener conocimientos de primeros auxilios y aquí, la suboficial Beatriz López Santana, técnico en Urgencias Médicas Nivel Básico, es quien enseña cómo hacerlo.
Con personas y hasta con nenucos se les dice cómo hacer ejercicios de reanimación cardiopulmonar, maniobras bebé y adulto ante intervenciones en la vía pública o con civiles a los que hay que auxiliar.
"Se les da la capacitación y práctica para que estén preparados para brindar un mejor servicio. Deben estar capacitados para la atención de parto, reanimación cardiopulmonar, identificar una enfermedad coronaria para dar el servicio adecuado y no caer en alguna negligencia.
"Son 40 horas, va por fases en las que se les da la introducción a lo que es primeros auxilios que dura 12 horas, luego 20 de prácticas y luego 40 para hacer una repaso de la teoría y práctica", explica.
Requisitos para ingresar
Para formar parte de la Policía Auxiliar deben cumplirse además una serie de requisitos como lo establece la convocatoria de Gaceta Oficial de la Ciudad de México en su publicación del 5 de abril del 2019.
REQUISITOS
1. Ser ciudadano mexicano en pleno ejercicio de sus derechos políticos y civiles.2. Tener entre 18 y 38 años de edad.
3. Estatura mínima en hombres 1.58 metros y 1.50 en mujeres.
4. Acreditar la escolaridad mínima de secundaria con documento oficial.
5. Tener acreditado el Servicio Militar Nacional con cartilla liberada (en el caso de los hombres).
irh