El Metro de la Ciudad de México estaba a punto de concluir su servicio. El tren llegó a la estación Pino Suárez, de la Línea 1, con dirección a Pantitlán. Aquel 3 de marzo, el policía Fernando, quien estaba asignado a la seguridad en andenes, abordó el convoy esperando acabar su turno tranquilamente, pero antes de llegar a la siguiente estación escuchó gritar a los usuarios debido a que una persona había sido asaltada en el vagón.
El oficial Fernando de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), a quien llamaremos así por seguridad, recuerda que un usuario activó la palanca de emergencia y el convoy frenó su marcha unos 50 metros después salir de la estación. Alguien le dijo que había unos hombres que al parecer se estaban peleando en el vagón y al dirigirse al lugar, recuerda que había “una persona que apuntaba un arma de fuego contra otra, quien estaba sangrando”.
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La escena lo sorprendió ya que que la víctima sangraba mucho del lado izquierdo de su ceja; “tenía la lesión como si le hubieran dado un cachazo”, contó a MILENIO.
Cada segundo era crucial y el policía no dudó en actuar y aprovechó un momento de descuido del agresor, quien se volteó lo que le permitió desarmarlo.
“Al ver a la persona, lo único que tenía en mi mente era desarmarla, era lo que pensé, debía desarmarla y cuidar a los que estaban en el interior de este tren. Lo desarmo y por seguridad el arma la desabastezco, mi compañero me ayuda a asegurar al presunto responsable”
Una vez que el agresor, un hombre de unos 50 años, fue sometido, el oficial Fernando solicitó el apoyo correspondiente vía radio y en la estación Merced llegaron más compañeros para evitar que escapara o intentara alguna otra acción, pero al descender con él, los pasajeros querían linchar al supuesto delincuente.
Ante ello, el policía y sus colegas alejaron al agresor de la multitud para subirlo a la patrulla y trasladarlo al Ministerio Público correspondiente, mientras que el hombre herido fue atendido, ya que refirió que le habían disparado tres veces.
“En primera instancia los usuarios tenían miedo y después de ver la actuación policial, fue la felicitación hacia uno por ello, pero posteriormente vino el enojo y la molestia; lo querían linchar definitivamente en el vagón.
“Llegamos a la estación donde lo bajamos, pero los usuarios estaban muy enojados porque querían linchar al presunto responsable al que presenté al Ministerio Público a bordo de una patrulla. Se le dio el apoyo médico al afectado, a la víctima después de salvaguardar su integridad física y saber que estaba bien le comentamos que era necesario que acudiera al Ministerio Público a levantar el acta correspondiente y sí nos apoyó, dijo ‘vamos, sí quiero levantar cargos, me asaltó, me apuntó con un arma’”
El policía relata que el presunto ladrón comentó que “no hizo nada, que no sabía y era inocente"; sin embargo, el elemento de la PBI lo vio con el arma en la mano apuntando a su víctima, quien le comentó: ‘me está asaltando, me quitó mi dinero, me apuntó con un arma y me disparó tres veces a los pies para que le diera el dinero’.
“El agresor no se veía en situación de calle, era un ciudadano de unos 50 años”.
La detención del presunto sospechoso no duró más de 20 minutos desde que avanzó el tren gracias a la inmediatez del policía Fernando, quien comenta que “no es común que ocurra esto en la vía pública y es algo que uno no se espera”.
No obstante, a pesar de que en el Metro el oficial sólo contaba con el equipo de chaleco antibalas y candados para asegurar a los infractores, arriesgó su vida al ver que una persona “entró con un arma persiguiendo a su víctima”.
FLC