Para la policía de la Ciudad de México, Juan Hernández Méndez, El Castor, era un delincuente de la vieja escuela, quien tenía experiencia en el robo a casa-habitación de artistas, deportistas y políticos; sin embargo, evadía la justicia negociando con sus víctimas, a quienes les ofrecía darles más de lo que les había robado con tal de que le retiraran los cargos, cada vez que era detenido.
El Castor era parte de un grupo delictivo denominado La Preciosa, liderado por José Antonio Rodríguez Vázquez, Pepe o El precioso. De acuerdo con las indagatorias, dicha banda robaba principalmente joyas, cuadros y pinturas, relojes de alta gama y en ocasiones, cajas fuertes.
Juan Hernández Méndez, de 59 años, ya había sido capturado y tiene dos ingresos al Sistema Penitenciario de la ciudad, por los delitos de asociación delictuosa con objeto robado y robo agravado, en los años 2000 y 2006, respectivamente.
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Fue el 14 de abril pasado cuando la policía logró capturarlo de nuevo en calles de la alcaldía Coyoacán, pero no robando, sino cuando manipulaba diversos envoltorios con aparente droga y con dinero posiblemente obtenido de la venta de ésta. Un comandante de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) cercano al caso contó a MILENIO que El Castor fue detenido muy cerca de donde fue capturado el 31 de diciembre de 2016, días después de haber robado casas de artistas.
En aquella ocasión fue detenido junto con otros colaboradores de la banda La Preciosa, con tres vehículos de lujo, así como objetos de valor que hurtaron de la casa.
“Ésta persona no nada más ha robado casas de artistas, también del medio político en Morelos, Querétaro, Puebla y hasta en Nuevo León y Guadalajara hay carpetas de investigación iniciadas en contra de este personaje”, comentó el agente.
En su última captura, los policías realizaban su recorrido de seguridad por el cruce de Calzada de Tlalpan y la calle 20 de Agosto, en la colonia San Diego Churubusco, cuando observaron que dentro de un automóvil una persona, de forma visiblemente nerviosa, acomodaba bolsitas con aparente droga.
Ante ello, se acercaron y le indicaron que harían una revisión preventiva, la cual derivó en el hallazgo de 59 bolsitas con un un polvo blanco similar a la cocaína; 32 dosis con mariguana y dinero.
“Lo agarramos con delito flagrante por actividades de venta y comercialización de narcóticos (…) en el caso de El Castor, en una de las veces que fue detenido tras irrumpir la casa de un actor, éste prefirió no denunciar como tal el robo y prefirió una negociación y El Castor tenía el capital suficiente para llegar a un arreglo y reparación del daño y quedar libre".
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El Castor, comentó el agente, tenía dos departamentos en los que posiblemente se escondía y además cambiaba su apariencia; usaba autos de lujo, ya sea robados o rentados, hasta que gracias a las labores de inteligencia de la SSC y “al factor sorpresa de la policía” fue detenido.
“Iba en un vehículo de mediana gama, a diferencia de la vez pasada que fue detenido con tres autos de muy alta gama y con sus colaboradores. Al final todos los delincuentes intentan huir y más cuando son generadores de violencia, la diferencia fue el factor sorpresa del personal desplegado en campo. Con éste, al saber las capacidades de El Castor para evadir la justicia, fuimos un cerco más eficaz y la detención fue más precisa”.
El modus operandi de El Castor es conocido como zorrero, es decir, entraba a robar casas sin personas dentro en colonias de alto prestigio de las alcaldías Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Tlalpan, Coyoacán y Gustavo A. Madero; tomaba las fundas de las almohadas de alguna de las habitaciones y en ellas guardaba los objetos de valor que había hurtado.
A diferencia de otras ocasiones, cuando fue detenido recientemente no intentó sobornar a los policías como ya lo había hecho en 2016 y de acuerdo con el agente, “de nada iba a servir lo que pudiera ofrecer o servir”.
“En la detención anterior hizo mención que con el dinero que tiene, cualquier persona a quien robe, prefiere reparar los daños y hasta darles un dinero más para que él pueda salir y seguir delinquiendo. De ese tamaño era el cinismo de este personaje; decía que tenía cantidades de dinero y propiedades en la Ciudad de México y en la Zona Metropolitana para cuando no funcionara aquí, se fuera muy a gusto a seguir delinquiendo; es una persona cínica.
“Solía decir ‘¿Sabes qué? Te doy lo que dices que robé y un poco más, pero ya me voy '". Su forma de trabajar es zorrero, es decir, cuando los domicilios están deshabitados es cuando perpetra el robo y no hay violencia. Él se va por la reparación del daño y ofrece más para no pisar la cárcel. Son factores que conocía, que aprovechaba y estaba consciente de tener dinero para poder ofrecer un soborno a la policía o reparar el daño por la casa que robó”, detalló el agente.
El Castor, fue trasladado junto con la posible droga, el vehículo y el dinero asegurado, ante el agente del Ministerio Público correspondiente quien determinará su situación legal y daría continuidad a la carpeta de investigación del caso.
AESC