Desde una Grand Caravan blanca esperaron a sus víctimas. Eran las 07:00 horas del 6 de agosto pasado. Los tripulantes de aquella troca se estacionaron afuera del verificentro ubicado en el número 19 de la calle San Juan Bosco, colonia San Lorenzo Huipulco, en Tlalpan. Afuera, unos cuantos conductores estaban formados para ser atendidos. Pasaron unos 30 minutos y una empleada de limpieza del lugar fue amagada por los tripulantes de aquella camioneta, entraron y asaltaron a los trabajadores del lugar; atraco que ocurrió sin que los automovilistas se dieran cuenta.
Tras el robo, las víctimas—cuatro hombres y una mujer—, lograron desamarrarse entre ellos. De inmediato, los empleados llamaron a la policía. El oficial José Antonio, quien se encontraba patrullando en la calle Forestal, muy cerca del lugar de los hechos, atendió la emergencia. Al llegar, el gerente le contó que varias personas ingresaron, los amagaron y amarraron para abrir una caja fuerte, además de que les habían quitado sus celulares.
Ilustración: Moisés Butze
Como indica el protocolo, el oficial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México tomó nota de lo que había sucedido y supo por el empleado, que uno de los teléfonos robados tenía el GPS activado, lo que daba una señal para poder ubicar a los delincuentes, quienes además habían robado unas 2 mil calcomanías de verificación y dinero que era propiedad del establecimiento.
“(El empleado) estaba nervioso y asustado. Era el encargado; los amagaron y amarraron con cinta canela y los dejaron en un cuarto. Los conductores ni enterados estaban de lo que sucedía, vieron que llegaron las patrullas y así como llegamos, ubicamos inmediatamente el GPS del celular y nos abocamos en la búsqueda de los responsables (...) había mucha gente en sus vehículos y apenas estaba iniciando la apertura.
“La camioneta llegó a las siete de la mañana y los estuvieron esperando, ahora sí que estaban campaneando el verificentro. A las siete y media llegó la empleada de limpieza, es a quien amagan primero. La meten a un cuarto, la amarran y posteriormente fueron llegando los demás”, contó el policía a MILENIO.
Más elementos de la SSC se aproximaron y el oficial José Antonio les describió las características del vehículo en el que los delincuentes habían huido, pero el GPS les fue dando la ubicación. Fue así que los policías implementaron un dispositivo de seguridad en la zona, por lo que con el apoyo de monitoristas del C-2 Sur, el vehículo involucrado fue ubicado cuando circulaba en Calzada de Tlalpan, con dirección al norte, y persiguieron a los ladrones.
Ilustración: Moisés Butze
Después de varios minutos, a través de un cerco virtual, la camioneta fue vista nuevamente sobre Eje Central Lázaro Cárdenas, con dirección a Circuito Interior, donde los policías iniciaron una persecución que duró unos 15 minutos, hasta ser alcanzada metros adelante en la alcaldía Gustavo A. Madero.
El oficial Vite, elemento que participó en la persecución, contó que el apoyo del personal de C-2 fue importante y por eso “fuimos dándole seguimiento (a la camioneta) hasta el lugar de la detención”.
Tras marcar el alto a los sospechosos, los policías les solicitaron descender del automóvil, por lo que efectuaron una inspección preventiva, en apego al protocolo de actuación policial, tras la cual hallaron entre sus pertenencias una réplica de arma de fuego, diversos certificados de verificación del primer y segundo semestre del año 2022 y tres teléfonos celulares.
Durante la persecución, dijo el oficial Vite, con “el equipo sonoro de las patrullas fueron abriendo paso” y llegaron en minutos; “con las características de la camioneta, la tuvimos a la vista y le marcamos el alto”, comentó. Al acercarse a los sospechosos, se percató que en la parte trasera de la camioneta estaban las calcomanías robadas en el verificentro.
El policía Velázquez, quien formó parte del equipo de la SSC que logró el arresto, recuerda que uno de los ladrones portaba una pistola, por lo que, en una acción inmediata, se la quitó para posteriormente hacerle de conocimiento sus derechos y el motivo de la detención, para luego subirlo a la patrulla.
“Al momento no sacaba las manos de la sudadera, lo bajo de dicha camioneta y sustraigo el arma. En ese momento, la embalo y le coloco los candados de mano. Nos preguntaba por qué lo detuvimos y se hacían como si no supieran el motivo. El sujeto decía que él no era”, narró el oficial.
A unos metros de él, el policía Barrios, quien iba en una de las patrullas que participaron en la persecución, dijo que al llegar al lugar de la intervención para hacer la detención, se enfocaron en salvaguardar la vida de las personas que pasaban por el lugar ante el peligro de que los delincuentes pudieran haber disparado.
“Afortunadamente éramos más nosotros y no se violentaron ninguno de los derechos y se actuó conforme al protocolo y eso nos dio una gran ventaja para hacer el aseguramiento de las personas (…) se quedaron tranquilos cuando vieron que éramos demasiados compañeros y ya no hicieron algo por correr o poner resistencia. Ya no tuvieron opción gracias a la buena respuesta que tuvimos al llegar inmediatamente”, expresó.
Al sitio de la detención llegaron los afectados, quienes reconocieron los objetos recuperados como de su propiedad, asimismo identificaron plenamente a los tres hombres y una mujer como los que participaron en el robo, por lo cual solicitaron proceder legalmente en su contra.
Los tres hombres de 33, 30, 41 y la mujer de 36 años fueron detenidos y puestos a disposición, junto con el vehículo y los objetos asegurados, ante el agente del Ministerio Público, quien integraría la carpeta de investigación correspondiente, a fin de determinar su situación jurídica.
Luego de un cruce de información, se tuvo conocimiento que el detenido de 41 años de edad, registra tres ingresos al Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, en los años 2002, 2020 y 2022, por robo y delitos contra la salud.
IR