La ministra Norma Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) exhortó a los integrantes del Poder Judicial de la Federación (PJF) a ser una sola voz y a guiarse por la “razón” y nunca por la “fuerza” o por la “discordia”.
Durante una reunión con juzgadores en la ciudad de Mérida, Yucatán, la ministra reiteró de nueva cuenta que nuestro país y otras naciones del mundo enfrentan actualmente desafíos que ponen en peligro la democracia y que los conflictos se puedan resolver por vías legales.
“En México y en muchas partes del mundo, los integrantes de los poderes judiciales enfrentamos desafíos definitorios, no solo para la permanencia de los Estados constitucionales y democráticos de derechos, sino fundamentalmente para garantizar que los conflictos sociales se resuelvan por los principios que guían la razón y los derechos humanos. Nunca por la fuerza o por la discordia dirigida”, expresó.
Piña Hernández dijo confiar en el compromiso, responsabilidad y unión de la comunidad judicial.
“Que se escuche clara nuestra voz judicial a favor de la dignidad de las personas, a favor del acceso a la justicia y a favor de la paz social”, añadió.
La ministra puntualizó que un poder del Estado no tiene nombre ni apellido, y en el Poder Judicial Federal son todos y ninguno en particular.
Mencionó que, desde Yucatán hasta baja California, los casi 50 mil integrantes del Poder Judicial tienen la responsabilidad de construir y de definir día a día a dicho poder.
“Debemos ser muy conscientes de que, en el ejercicio de nuestras funciones, no sólo las jurisdiccionales, sino cualquier función relacionada con esta, usamos todos siempre la misma voz. Con esta voz judicial construimos nuestro prestigio. Con nuestra voz judicial bordamos, día a día, la confianza de la ciudadanía para que nos permita resolver sus conflictos, con apego a derecho y respeto a la dignidad de las personas involucradas. No tenemos nombre y un apellido, pero sí una misma voz.
“En ocasiones, en muchas ocasiones, no la comparte quien no obtuvo una resolución favorable. Es parte de la naturaleza humana, pero la solidez de esa voz, plasmada en cada una de nuestras resoluciones, sólo depende de las razones y los argumentos expresados en ella, los que deben ser siempre acordes con nuestra Constitución, con las leyes y con los tratados internacionales que el Estado mexicano ha suscrito a favor de los derechos humanos de las personas”, agregó.
La ministra Norma Piña solicitó a los miembros de ese poder usar la “voz judicial” aplicando siempre al máximo sus habilidades, capacidades y como faro, los principios de la ética judicial.
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