Estados Unidos tiene programada la liberación de Eduardo Arellano Félix, heredero del cártel de Tijuana, para el próximo 18 de agosto, tras cumplir 10 de los 15 años de condena impuestos por ese país por el delito de tráfico de drogas.
De acuerdo con el Buró Federal de Prisiones estadunidense y la “ficha de liberación”, se tiene previsto que el mexicano salga en seis semanas del centro penitenciario Allenwood, Pensilvania.
Arellano Félix fue sentenciado en 2013 por una corte de California a 15 años de prisión por tráfico de mariguana y cocaína a Estados Unidos y por ser operador financiero del cártel familiar desde la década de 1990.
El juez Larry A. Burns lo invitó entonces a reflexionar y avergonzarse desde prisión por los métodos violetos que usaba esa banda criminal.
“El cártel aterrorizó la frontera suroeste y más allá con ejecuciones, torturas, decapitaciones, secuestros y sobornos a fuerzas del orden, personal militar y funcionarios del gobierno”, dijo el juez en 2013, año en que lo sentenció.
A sus 67 años, El Doctor, como lo llamaban porque estudió Medicina antes de convertirse en narcotraficante, tiene la posibilidad de volver a México, donde el cártel que fundó mantiene operaciones en Baja California y una pugna con el cártel de Sinaloa.
La sentencia
Ha pasado casi una década desde el 19 de agosto de 2013, cuando Eduardo Arellano Félix se paró frente al juez, vestido con un jumper naranja y la piel tan blanca como su cabello.
Lo que se recuerda de ese día, además de la sentencia, es su petición, en tono de súplica: “Quiero decir que, por favor, respeten el trato que firmé y pedirle (al juez) que me mande con mi hermano Benjamín”.
Lo dijo en español, sin hacer pausas ni esperar a que la empleada de la corte tradujera sus palabras al inglés.
De ese supuesto trato no se conocen detalles y hasta la fecha el Departamento de Justicia ha mantenido bajo llave casi todos esos acuerdos. Lo que es un hecho es que Eduardo Arellano no ha pasado un solo día en prisión cerca de su hermano Benjamín. De hecho, sus celdas están a kilómetros de distancia.
Ambos fundaron el cártel de Tijuana o cártel de los Arellano Félix a mediados de 1990, una de las organizaciones delictivas pioneras en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Fueron los primeros en mandar toneladas de cocaína al país vecino a través de túneles, barcos y tráileres por Tijuana a California. Su historia ha inspirado series de Netflix.
Hasta ahora no se sabe de procesos judiciales activos en su contra en México.
Eduardo Arellano Felix fue detenido en agosto de 2008 en Tijuana, en medio de un operativo que se convirtió en balacera entre su cártel y la Policía Federal.
Fue aprehendido en un lujoso fraccionamiento cerca de la garita internacional de Otay.
Desde entonces no había registro de órdenes de detención en México, aunque Estados Unidos lo buscaba e incluso ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares.
En agosto de 2012 fue extraditado a Estados Unidos, desde donde coordinó durante años el tráfico de droga. La entrega a ese país fue celebrada por distintas áreas de gobierno.
“La extradición de hoy es un hito en nuestra lucha contra los cárteles mexicanos”, dijo entonces el secretario de Justicia, Lanny A. Breuer.
“Marca el final de una investigación de 20 años sobre este vicioso cártel de la droga”, aseguró William R. Sherman, agente especial interino a cargo de la DEA.