El temor invade a los habitantes de la colonia Jardines del Bosque, en la zona llamada “Pueblo Quieto”, quienes han difundido sufrir diversos abusos como tortura, robos y hasta agresiones sexuales por parte de presuntos policías de Guadalajara desde hace ya varios meses.
Ante ello, vecinos del lugar decidieron colocar cámaras de vigilancia en distintas calles del lugar para evidenciar lo que viven por parte de los uniformados que acuden todas las noches para cometer dichas atrocidades.
En videos que compartieron a este medio comunicación, tomados durante la madrugada de este jueves, se observa cómo dos uniformados intentan detener a dos personas que transitaban en sus bicicletas sobre los cruces de la calle Lluvia e Inglaterra, pero mientras uno de los ciclistas intenta escapar, uno de los presuntos policías le apunta con lo que parece ser una pistola de balines y la detona; en cuanto el otro sospechoso detiene al ciclista restante mientras sostiene un arma marcadora y dialoga un momento con él.
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En la escena se visibiliza a un tercer hombre que se acercó a su compañero, sin embargo, uno de los ciclistas continuó su camino y el uniformado le realizó una detonación con bala de pintura. Segundos después, el atacante alumbró la cámara de vigilancia con una linterna y se retiraron los tres del lugar.
Otro video tomado desde las fincas asentadas en avenida Inglaterra dos minutos después, mostró a los tres sujetos con los rifles de pintura caminando por unos segundos, para después volver. Al fondo se ve cómo luces de supuestas sirenas alumbran una de las bardas.
¿Qué pasó en Pueblo Quieto, municipio de Guadalajara?
En el tercer video tomado a las 12:37 horas, desde uno los pasillos de las fincas en dicha avenida, se observó de nuevo a los tres sujetos, uno de ellos con uniforme oscuro, mismo que saca de su brazo lo que parece ser un arma corta, a su vez le siguen dos compañeros con el rostro cubierto y uniformes azules parecidos a los de la Policía de Guadalajara, trayendo además consigo los rifles con balas de pintura. Los tres, avistan la cámara en el sitio, pero minutos después se retiran.
De estas imágenes se desprende el testimonio de un hombre que aseguró haber sido atacado el pasado jueves 29 de junio por estos sujetos, a quienes identificó como supuestos oficiales de la policía tapatía, especialmente presuntos integrantes de escuadrón UREPAZ (Unidad para la Recuperación del Estado de Derecho y la Paz.
El individuo relató que salió de casa de su hija en Pueblo Quieto para dirigirse a su trabajo alrededor de las 2:00 de la madrugada, cuando fue interceptado por los uniformados que lo acusaban de ser un ladrón, algo que la víctima negó, y al no entregarles más que cincuenta pesos que traía en su cartera, fue llevado a la fuerza a su casa, donde los maltratos comenzaron.
“Me llevan a mi casa y ahí es donde empiezan a torturarme, me dijeron que no me hiciera tonto, que yo era el que había robado, que ya me tenían grabado en video y dije, ‘¿pues cuál video?’; y el oficial dijo ‘si tú eras, ¿cómo no, quién fue el que robó? Ah, ¿no vas a hablar?’ y después me hincan y empiezan a dispararme con una pistolita de gotcha, después de eso entra el comandante, no volteé para atrás y dicen ‘ahorita va a hablar’, y me pusieron seis veces una bolsa para ahogarme, me esposan y me tiran al suelo”, relató el hombre.
Pero los ataques no fueron solo hacia él, ya que también su esposa fue supuestamente victima de agresiones físicas y sexuales por parte de los individuos que se quedaron por un momento solos con la mujer. “Vi que empezaron a golpear a mi pareja, empezaron a dispararle también con las gotcha y a darle tablazos, yo la verdad accedí diciéndoles que si había sido con tal de que la dejaran en paz, lo peor de todo esto es que en realidad abusaron de ella y a mí créame que sí estoy molesto”, dijo el hombre.
Después de casi una hora de abusos, la víctima relató que los presuntos oficiales se llevaron pantallas, celulares y artículos de valor, mientras que él y su pareja quedaron con heridas en la cabeza, espalda, posaderas y brazos.
Los vecinos del lugar informaron que ya habían interpuesto una denuncia en marzo de este año en la Fiscalía de Jalisco y la Unidad de Asuntos Internos por estas acciones que suceden, sin embargo, nada ha cambiado desde esa fecha, por ello, piden la atención de autoridades correspondientes para que estos nuevos ataques con pistolas de balas de pintura terminen y puedan vivir dignamente, sin temor de los supuestos servidores públicos que juraron protegerlos y no dañarlos.
JMH