Riña en Puente Grande deja ocho internos muertos y ocho lesionados

No se supo si el golpe provino de las personas que forman parte del grupo que lideraba uno de los muertos o de otros que buscaban el control.

Familiares de reos en Puente Grande esperaron información tras la riña en el reclusorio (Fernando Carranza)
Elsa Martha Gutiérrez
Guadalajara /

La disputa de internos por el control y el manejo del Reclusorio para Sentenciados del Estado de Jalisco, fue lo que desembocó en la riña a balazos que ocurrió ayer y que dejó un saldo de ocho personas fallecidas y ocho lesionados en el Complejo de Puente Grande.

Entre quienes perdieron la vida se encuentra Nezahualcóyotl Ibarra Ramos, alias El Coyote o El Neza, quien era el líder del autogobierno en el Centro de Reinserción Social (CRS).

Sin embargo, aún no se ha determinado si el golpe provino de las mismas personas que forman parte del grupo que lideraba el fallecido, o bien de otros internos que buscaban asumir el control del reclusorio que desde hace cuatro años estaba al mando de un grupo de secuestradores que ingresaron desde el 2009.

De acuerdo con versiones de los familiares, entre los detenidos, se encuentra un hombre apodado como El Adán quien era gente cercana a El Coyote.

Explicaron que varios reos acudieron a un dormitorio que encuentra en las inmediaciones del campo de béisbol y dispararon contra el encargado. Lo que provocó que reclusos respondieran la agresión. A pesar de ello, el director de Prevención y Reinserción Social del Estado de Jalisco, José Antonio Pérez Juárez, declaró que no existe el autogobierno al interior de la Comisaría de Sentenciados.

Insistió que no se trató de un motín o riña, a pesar que hubo ocho personas fallecidas y la misma cantidad de heridos.

Nunca hubo un intento de motín. No existió en su inicio ni siquiera una riña o contienda entre internos, no tuvimos ni un vidrio roto, no tuvimos ni un daño al interior del centro de sentenciados”, destacó Pérez Juárez. Admitió que desconoce las causas que dieron origen a la agresión que provocó la movilización de unidades del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Fiscalía y Policía del Estado, entre otras dependencias.

Ayer, familiares de las personas privadas de la libertad acudieron a pedir información sobre lo ocurrido, pero fue hasta cinco horas después cuando voltearon a verlos. Padres de familia, hermanos o parejas de internos primero se apostaron sobre banquetas y el camellón del primer filtro de ingreso al Complejo, pero luego los policías del Estado ampliaron el cerco hasta la carretera Libre a Zapotlanejo donde hubo conatos de violencia entre elementos y los inconformes.

La llegada de unidades del Servicio Médico Forense (Semefo) exacerbó los ánimos y uno de los comandantes permitió que regresaran y avanzaron hasta el módulo previo al Reclusorio de Sentenciados, pero ahí los esperaba una reja.

Ahí, los familiares se organizaron y no permitieron ni la entrada ni salida de vehículos oficiales hasta en tanto no se le proporcionará una lista de fallecidos y heridos en el gresca. Al final, lograron que grupos de 10 o 20 personas ingresaran para tener comunicación con los reos. Una de las que ingresó fue notificada vía telefónica sobre la muerte de su hijo Luis de 36 años de edad y quien tenía 12 años recluido.

“Yo iba en la carretera, llegué a mi casa y apenas me bajé, y entró la llamada al celular de una de mis hijas, y me dijeron que lo habían matado. Yo les dije, no puede ser cierto, si yo venía hablando con él. ¿En qué módulo estaba él? Aquí no te dicen nada, simplemente te dicen, te lo mataron”, narró la señora Angélica. “No te saben decir quién lo mató, por qué lo mataron, mi hijo no se metía con nadie, se dedicaba a pitiar y tiene dos niños, le faltaban tres años para abandonar el reclusorio”, dijo. Ahora, solo le pidieron que vaya a Semefo a identificar el cuerpo.

Ayer, en rueda de prensa, el Fiscal del Estado de Jalisco, Gerardo Octavio Solís Gómez , informó sobre el saldo final de la gresca: ocho personas fallecidas, ocho heridos y cinco detenidos. Además, se detectó un artefacto explosivo de fabricación casera y decomisaron dos armas, una 380 y otra del calibre 5.7 milímetros. Se desconoce cómo ingresaron al centro penitenciario.

​SRN

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