La Casa de Aramberri: Del asesinato de la familia Montemayor a la leyenda del perico

La casa recientemente abrió sus puertas al público como un restaurante con temática de terror, luego de que estuviera cerrada tras reportarse gritos y lamentos por las noches.

La Casa de Aramberri fue convertida en un restaurante con temática de terror (Diseño: Rafael Mejía).
Monterrey /

El número 1026 Oriente del Centro de Monterrey, Nuevo León, alberga una de las mayores tragedias en el estado: Lo que parecía ser un simple asalto terminó en el asesinato de dos mujeres que se encontraban al interior del inmueble localizado en la calle José Silvestre Aramberri.

Recientemente (2024), la Casa de Aramberri abrió sus puertas al público con un concepto de restaurante de hamburguesas en el que los comensales son asustados por personas disfrazadas, lo cual ha causado opiniones divididas en redes sociales. Aquí te contamos qué pasó en el inmueble y cómo surgió la leyenda.

¿Qué pasó en la Casa de Aramberri?

El 5 de abril de 1993, Don Delfino Montemayor — un trabajador de la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey— salió de su casa sin imaginar que su hija y esposa morirían ese mismo día.

El hombre se encontraba de camino a su trabajo cuando, a las 06:00 horas, un grupo de al menos cinco presuntos ladrones entraron al inmueble, ubicado entre las calles Manuel Doblado y Diego de Montemayor, en el corazón del estado.

Registros de la época apuntaron que el móvil de los asesinatos se pudo tratar de un robo, ya que cuando Delfino Montemayor regresó del trabajo a su casa, y encontró a su hija y esposa muertas, faltaban objetos de la familia; sin embargo, la cerradura del inmueble no mostraba evidencia de que fuera forzada, por lo cual las autoridades comenzaron a investigar: ¿Qué fue lo que pasó en la Casa de Aramberri?

Las investigaciones arrojaron que los presuntos asesinos habían entrado a la casa con el consentimiento de alguna de las víctimas, por lo que las autoridades comenzaron a sospechar de los propios familiares de los dueños del inmueble.

La Casa de Aramberri está ubicada en el Centro de Monterrey (Diseño: Rafael Mejía).

MILENIO tuvo acceso al expediente del caso el cual se encuentra en el Archivo General del estado, ubicado en el parque Fundidora, Monterrey— en el que se documenta que:

Los responsables del asesinato fueron Fernando y Heliodoro Montemayor, los propios sobrinos de Don Delfino; en complicidad de otras tres personas identificadas como: Gabriel Villarreal, Emeterio González y Pedro Ulloa.

Por su parte, hay reportes periodísticos de que Gabriel Villarreal también tenía un parentesco familiar, pero con Antonia Lozano —la esposa de Don Delfino— quien murió junto a su hija Florinda Montemayor ese terrible 5 de abril de 1933.

Estos hechos corroboraron la hipótesis del robo, ya que los familiares sabían que Don Delfino Montemayor tenía dinero guardado en su casa, además, el hecho de conocer a las víctimas les facilitó el acceso fácil y rápido al inmueble.

Incluso se dice que los responsables del asesinato robaron un cofre con varias monedas de plata y oro que tenía guardadas el dueño de la casa.

El móvil del delito fue un robo a la casa, pero eso no fue todo lo que pasó (Diseño: Rafael Mejía).

¿Cómo detuvieron a los responsables? La leyenda del perico

En el archivo del caso se explica que las autoridades estatales lograron seguir un rastro de sangre desde la Casa de Aramberri hasta una carnicería ubicada entre las calles Doctor Coss y Abasolo, en el Centro de Monterrey, la cual pertenecía a Gabriel Villarreal, uno de los involucrados en el asesinato.

En el lugar, los policías encontraron varias prendas con sangre y al presunto familiar de Antonia Lozano, quien confesó el crimen y delató al resto de sus cómplices, los cuales fueron arrestados días después del asesinato.

Según dice la leyenda, en la Casa de Aramberri había un loro, el cual al ser testigo omnipotente de los asesinatos se grabó el nombre de uno de los presuntos asesinos. Para cuando las autoridades llegaron al lugar de los hechos el perico repetía: "No me mates Gabriel, no me mates"; lo que presuntamente llevó a la detención de los responsables.

Aunque muchas personas del estado aseguran que esto es real y que el perico fue la clave para dar con los presuntos asesinos en el informe del caso no se menciona nada sobre el animal, por lo que en teoría la detención se logró gracias al rastro de sangre que condujo a las autoridades hasta la carnicería.

Según historiadores el mito del perico es falso (Diseño: Rafael Mejía).

Luego de que los cinco responsables del asesinato de Antonia Lozano y Florinda Montemayor fueran detenidos y declarados culpables, las autoridades los trasladaron del centro penitenciario donde se encontraban al municipio General Zuazua, Monterrey, para que fueran identificados por algunos testigos del caso.

Sin embargo, de regreso al Centro de Monterrey, los presuntos asesinos lograron escapar, por lo que los policías les dispararon hasta matarlos, revela el informe del caso archivado en el parque Fundidora de Monterrey.

Cabe mencionar que, detrás de estos hechos también surge otra de las grandes leyendas de la Casa de Aramberri, pues hay personas que afirman que la ley fuga se les aplicó a los presuntos asesinos por órdenes de Don Delfino Montemayor.

el dato

¿Qué es la ley fuga?

Según un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante el gobierno de Porfirio Díaz (1877-1911), se implementó una medida ‘legal’ con la cual se intentaba aminorar el impacto delictivo, violando la integridad de los sujetos aprehendidos por la justicia nacional; conocidas como ley fuga. Esta práctica consistía en que las autoridades le daban la oportunidad a los detenidos de escapar, sin embargo, cuando estos corrían eran fusilados por la espalda. Se dice que la ley fuga se siguió aplicado varios años después de que el mandatario perdiera el poder en México.

¿Cómo murieron la esposa e hija de Don Delfino Montemayor?

Actualmente, la historia de la Casa de Aramberri es usada para asustar a los niños en Monterrey, pero la realidad es que los hechos ocurridos el 5 de abril de 1933, dejaron como víctimas a Antonia Lozano, de 54 años de edad; y a su hija Florinda Montemayor, de casi 22 años.

Algunos reportes periodísticos señalan que ese día a las víctimas no sólo las asesinaron, sino que también, antes de morir, fueron golpeadas y agredidas sexualmente por los sobrinos de Don Delfino y sus cómplices.

Cuando las autoridades llegaron a la Casa de Aramberri encontraron a Florinda Montemayor semidesnuda, mientras que su madre si traía toda su ropa.

Recientemente, MILENIO entrevistó al historiador Leonardo Marrufo, quien habló sobre el crimen de la Casa de Aramberri y narró algunos de los detalles que se encuentran en el expediente del caso:

“Cuando llega el señor Delfino del trabajo se topa con la escena, su hija Florinda estaba degollada, al igual que la señora Antonia, por lo que llama a las autoridades, que inspeccionaron la casa. La hija estaba cubierta con un cobertor, pero tenía las manos amarradas con un hilo de ixtle, hacia atrás, tenía un corte en el cuello, que, de acuerdo con el expediente, casi hizo que se le desprendiera la cabeza del cuerpo”, explica el experto.
Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados degollados (Diseño: Rafael Mejía).

El historiador también reveló que Antonia Lozano y Florinda Montemayor normalmente se quedaban en su casa para hacer los quehaceres del hogar, por lo que no acostumbraban a salir mucho. Fue hasta que llegó Don Delfino al inmueble que se encontraron los cuerpos de las víctimas.

Se dice que después del crimen, Don Delfino Montemayor vivió en Aramberri un par de años más. Aunque con exactitud no se sabe hasta cuando. Tiempo después, en 1957, se reportó su fallecimiento.

Posteriormente, la casa fue alquilada por varias familias, incluso llegó a operar como una clínica dental hasta que en 1985 cerró sus puertas, hasta antes de ser reabierta este año. 

Durante ese tiempo, la fachada de la casa quedó protegida con bloques de cemento para evitar que intrusos se metieran, informó Leonardo Marrufo.

En un artículo publicado por TELEDIARIO se revela que la Casa de Aramberri fue clausurada luego de que se empezarán a reportar sucesos paranormales, entre ellos gritos y lamentos que podían escucharse por las noches, lo que hasta la fecha ha creado la leyenda de que en el inmueble aún habitan las almas de Antonia Lozano y Florinda Montemayor.

Tras los asesinatos en la Casa de Aramberri han reportado que se escuchan lamentos en la noche (Diseño: Rafael Mejía).

Casa de Aramberri en la actualidad

A inicios de octubre se informó que la Casa de Aramberri abrió de nuevo sus puertas al público como museo y un restaurante temático de terror. Al interior del lugar los comensales podrán encontrar:

  • El vestido de una de las víctimas del crimen.
  • El sillón original perteneciente a la sala de la familia Montemayor.
  • Libros del año 1800.
  • Muñecas de Florinda Montemayor.
Actualmente se encuentra exhibido un vestido de una de las víctimas en la Casa de Aramberri (Diseño: Rafael Mejía).
“El proceso fue muy complicado, se ocuparon varias remodelaciones en ciertas partes dejando la casa lo más original posible, no se quería cambiar nada para que fuera una experiencia como si vivieras en estos años. Hubo mucho trabajo de limpieza, mucho trabajo de todo, pero se logró que quedara”, explicó Kenia Mercado, encargada del lugar, para MILENIO.

Por su parte, la leyenda de la Casa de Aramberri también inspiró la creación de un corrido el cual hace referencia al mito del perico y otras particularidades del caso:

Para que la cantes este día de muertos

Corrido de Aramberri

Una historia hecha leyenda

sucedió en los años 30.

En la casa de Aramberri

así el corrido comienza.

Una madre y a su hija

con cruel saña las mataron.

Esos bastardos malditos

con los cuerpos ensañaron.

Uno de los asesinos

era un sobrino cercano.

Que junto con otros cuatro.

El homicidio planearon.

Y como eran carniceros

los cuerpos descuartizaron.

Y el perico se grabó

lo que ahí estaba pasando.

Para resolver el crimen

el perico tuvo mucho que ver.

Porque esta frase decía

no, no me mates Gabriel.

Les aplicaron ley fuga

no había de otra manera.

Y exhibieron sus cuerpos

ya muertos en la alameda.

Hoy la gente por ahí pasa

frente a la casa.

Se paran

que hay en sus cuatro paredes.

Que escalofríos me daban  quien resolvió este crimen.

 Ese detective se llama Inés

porque el perico decía

no, no me mates Gabriel.



RM

  • Rafael Mejía Fernández de Lara
  • Hoy editor de noticias, algún día presentador de TV. La vida me puso en la sección de policía, pero yo decidí entre ser el periodista bueno o malo. Fan de los deportes

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