José Luis Calva Zepeda era un poeta que cambió el papel y la pluma por sus sádicas acciones que lo llevaron a acabar con la vida de su pareja, pero no sólo eso, sino que presuntamente fue capaz de cometer canibalismo.
Comparado con el personaje de ficción Hannibal Lecter, Calva Zepeda aterrorizó al país en 2007 por el asesinato de su pareja; sin embargo, pronto se supo que éste no era el único caso criminal de El Caníbal de la Guerrero. Te contamos su historia.
- Te recomendamos 'El Sádico', asesino serial de personas LGBT+ que cazaba en Zona Rosa Policía
¿Quién era El Caníbal de la Guerrero?
José Luis Calva Zepeda nació el 20 de junio de 1969 en la Ciudad de México. El hombre creció junto a otros cinco hermanos en un núcleo familiar violento, ya que tras la muerte de su padre —cuando él tenía dos años— la madre de El Caníbal de la Guerrero tuvo que hacerse cargo de todos sus hijos.
Se sabe que la madre de Calva Zepeda era agresiva con él; además de que lo obligaba a convivir con sus parejas sentimentales, al grado de que les tenía que decir “papá”.
En el informe de la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la capital del país se muestra la siguiente declaración de El Caníbal de la Guerrero:
“Soy José Zepeda, nací en el 69. Tengo pulmones enfermos, corazón grande, huesos frágiles, nariz profunda. Bebedor de mezcal, sin gusano, canoso por herencia, grande de bolsillo y escaso de propiedades, pero rico espiritualmente, sexual desde mi juventud, tardía madurez, admirador de la belleza de la mujer, platónico”.
Calva Zepeda era un escritor de novelas de terror, poesía, obras de teatro y algunos musicales; aunque se sabe que para sobrevivir también se desempeñó como taxista en el Estado de México.
Gracias a su talento con la pluma y las palabras, Zepeda conquistó a Alejandra Galeana Garavito, a quien —según Gustavo Salas, fiscal central de Investigación de Homicidios del Distrito Federal— le mandaba una rosa y un poema todos los días, razón por la que fue apodado El Poeta Caníbal.
Tras su detención, el hombre aseguró tener varios problemas de adicción al alcohol, tabaco y cocaína; además fue diagnosticado con diferentes trastornos mentales, entre ellos bipolaridad.
¿Se la comió? Así mató a su pareja
Corría el año 2007 —para ser exacto el mes de octubre— cuando la PGJ recibió una denuncia por la desaparición de Alejandra Galeana Garavito, una mujer de 32 años, quien llevaba un par de meses saliendo con Zepeda.
Tras la denuncia de los familiares, rápidamente las autoridades relacionaron el caso con José Luis Calva, ya que varios vecinos de la colonia Guerrero habían indicado que la última vez que vieron a la mujer fue con él.
Fue así como el 5 de octubre, las autoridades realizaron un operativo en la casa de El Caníbal de la Guerrero, en el que hallaron parte del cuerpo de Alejandra en un armario, pero eso no fue todo lo que encontraron en aquel lugar.
Según el informe del fiscal del Distrito Federal, en la casa también hallaron el resto del cuerpo de la mujer en el refrigerador, mientras que el antebrazo de la víctima se encontraba frito en un sartén.
“En la sartén se encontraron restos de esta carne y un plato con cubiertos y hasta con un limón, que nos hace presumir que las consumió (…) Es evidente que este sujeto presenta un patrón de un criminal múltiple (…) Es altamente probable que estaba experimentando con el sabor de estas piezas que había cortado y frito en la cocina", dijo Gustavo Salas, según se lee en un artículo de AFP del 2007.
Finalmente, el mismo Poeta Caníbal se declaró culpable del asesinato de Alejandra el 16 de octubre; sin embargo, negó tener intenciones de comérsela, pues aseguró que la había descuartizado únicamente para deshacerse del cuerpo, y que pensaba darle a los perros los restos humanos.
Dato curioso¿Qué encontraron en la casa de El Caníbal de la Guerrero?
El día del operativo en el departamento del criminal, las autoridades encontraron también varios escritos del Caníbal de Guerrero, así como estudios sobre la antropofagia, relacionados con el consumo de la carne humana.
Otras víctimas de El Caníbal de la Guerrero
Cuando el caso de El Caníbal de la Guerrero salió a la luz en el 2007, aterrorizó a todos los capitalinos, pero también hizo que las autoridades comenzaran a identificar el modus operandi del asesino, el cual llevó a relacionarlo con al menos otras tres víctimas.
Se dice que antes de matar a Alejandra, José Luis Calva Zepeda ya había asesinado a otra de sus ex parejas, a quien encerró desnuda en un automóvil para que no pudiera escapar. La mujer también fue descuartizada y su cuerpo fue abandonado en un basurero del entonces Distrito Federal.
Posteriormente, un hombre de la comunidad LGBTQ+ —con el que supuestamente Zepeda tuvo relaciones sexuales— aceptó que fue cómplice de El Caníbal de la Guerrero en un tercer caso. Se trataba de una sexoservidora que también fue descuartizada con el mismo modus operandi que las dos víctimas anteriores.
Cabe mencionar que, el cómplice también fue sentenciado por ese caso, aunque meses después sería asesinado dentro de un penal del Distrito Federal en diciembre de ese mismo año.
Finalmente —según artículos de la época— El Caníbal de la Guerrero fue relacionado con el asesinato de una profesora de inglés, de 23 años, con la que también salió.
Se dice que la víctima, identificada como Olga Livia, era obligada a ver películas de Zoofilia y a tener relaciones sadomasoquistas con Zepeda.
Aunque las autoridades lograron relacionar a José Luis Calva con cuatro asesinatos se cree que en total pudieron haber sido ocho las víctimas de El Caníbal de la Guerrero.
El Poeta Caníbal: ¿Cuál es su libro perdido?
Zepeda también fue llamado El Poeta Caníbal por su talento para la escritura.
Como se mencionó, el día del operativo en su departamento, las autoridades encontraron varios escritos a nombre de José Luis Calva, entre ellos destaca una novela titulada: Instintos Caníbales o 12 Días; la cual a pesar de nunca haber sido publicada hablaba de temas como coprofagia, sadomasoquismo, sexo, y canibalismo.
Cuando las autoridades encontraron la novela que había escrito El Caníbal de la Guerrero, se percataron que al interior había una foto de Anthony Hopkins en su papel de Hannibal Lecter en la película: El Silencio de los Inocentes.
Final de El Caníbal de la Guerrero
El día de su detención, El Caníbal de la Guerrero se aventó desde la ventana de su edificio para no ser capturado, por lo que tuvo que ser internado en el Hospital de Xoco luego de sufrir una conmoción cerebral.
Sin embargo, el hombre sobrevivió y fue sentenciado, aunque meses después sería encontrado ahorcado con un cinturón en una celda del reclusorio Oriente.
La muerte del asesino serial causó muchas dudas, pues mientras su hermana aseguraba que encontraron en su cuerpo signos de violencia y que era víctima de extorsión, las autoridades capitalinas concluyeron que se había tratado de un suicidio, pues encontraron en el cuerpo de Zepeda una sobredosis de cocaína.
Además, los psicólogos del penal explicaron que el trastorno bipolar de Zepeda lo hacía tener por momentos episodios de culpa y arrepentimiento que lo llevaron a quitarse la vida.
Por otro lado, un experto del Instituto Nacional de Ciencias Penales dijo que su muerte no coincide con los comportamientos de un asesino serial; sin mencionar que por esa época había personas interesadas en escribir un libro sobre el asesino serial, lo cual —aseguró su abogado— lo mantenía motivado a vivir.
Tras la muerte de El Poeta Caníbal se revelaron un par de cartas que le escribió a su madre, las cuales fueron publicadas por la agencia EFE:
"Hoy aquí, tras estas rejas que me aprisionan junto al silencio de estos fríos y largos pasillos, te digo con el corazón entre mis manos, no me dejes de ti, y sobre todo perdóname mamá".
"No sé qué pasó en mi vida, pero me perdí. Perdí todo lo que tuvo y lo que tendría (…) Sin darme cuenta me rodeé de gente extraña que sólo vino a dañarme más de lo que estaba", escribió el hombre quien en su tumba se muestra la frase “El Poeta Seductor”.
RM