Eunice Hernández Olivares destacó el pasado 12 de diciembre al brindar apoyo con reanimación cardiopulmonar a un pequeña que llegó a una unidad médica en Tlaquepaque.
"Después este como protocolo de los cursos que nos dan la pasé a sala de shock a darle respiración de boca a boca respondiendo la niña este empezó a llorar y ya la mamá y las personas que estaban alrededor, familiares, empezaron a llorar y abrazarme que muchas gracias y la niña respondió, a los primeros auxilios de su servidora", comentó la oficial hace unos días.
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¿Quién es Eunice Hernández, oficial reconocida por acto heroico?
Nacida el 9 de julio de 1967 en Guadalajara, Jalisco, la mujer ha dedicado su vida al servicio público con una determinación que inspira y deja huella. Desde muy joven, mostró una disciplina férrea y un compromiso inquebrantable, cualidades que la han convertido en un pilar de la Comisaría de San Pedro Tlaquepaque, donde lleva más de 22 años forjando su legado.
Hija de Abel Hernández García y María Isabel Olivares López, Eunice creció en la colonia Mezquitán, donde pasó sus primeros 18 años. La influencia de su tío, Alberto Olivares López, capitán de navío en la marina, marcó profundamente su infancia. Recuerda con admiración los momentos en que lo veía recibir medallas de honor por su servicio, un ejemplo que sembró en ella los valores de la honradez y el deber.
A los 35 años, Eunice ingresó a la academia de policía, iniciando un camino que la llevaría a ser reconocida por su valentía y entrega. Pronto destacó en la corporación por su desempeño ejemplar, lo que le permitió ascender rápidamente. Fue comandante del grupo de reacción y escolta del comandante en turno, además de participar en operativos en colonias como Cerro del 4, Guayabitos, Nueva Santa María, San Pedrito y San Martín de las Flores.
Entre sus logros más significativos está el haber sido la primera mujer policía de la corporación en obtener una licencia de manejo. Aunque al principio solo sabía conducir vehículos automáticos, aprendió a manejar estándar, demostrando una vez más su capacidad para superar los retos.
Eunice no solo ha destacado como profesional, sino también como madre. Tiene cuatro hijos: la mayor, de 28 años, y su segunda hija, de 26, se dedican al hogar; su tercer hijo, de 25, sigue sus pasos en la policía vial, mientras que el menor, de 22, estudia para ser paramédico.
Hace apenas unos días, Eunice protagonizó un acto que reafirma su compromiso con la vida y el bienestar de los demás. En la Cruz Verde Guadalupana, donde no había médicos disponibles, salvó la vida de una niña que había perdido signos vitales. Con su conocimiento en maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), logró devolverle la vida, cambiando para siempre el destino de esa familia.
Además de este heroico acto, Eunice ha demostrado en repetidas ocasiones su valor en el campo. Entre sus experiencias más memorables está haber asistido en un parto de emergencia mientras patrullaba las calles. La inmediatez y calma con la que actuó permitieron que madre e hijo salieran adelante mientras esperaban la llegada de la ambulancia. Este tipo de acciones han consolidado su reputación como una oficial dedicada y capaz, siempre dispuesta a servir más allá del deber.
SRN