Raciel López Salazar, recientemente designado como fiscal general de Quintana Roo, aseguró que trabajará en la recuperación de la confianza ciudadana, la reestructuración del personal y una estrategia focalizada en los municipios de mayor incidencia delictiva.
En su primera entrevista como fiscal en el canal oficial del estado, mencionó que durante sus primeras inspecciones, encontró "una fiscalía abandonada, con instalaciones inadecuadas y obsoletas herramientas de trabajo".
Reconoció que la falta de credibilidad en las instituciones ha llevado a una preocupante cifra negra de delitos no denunciados y para abordar este problema, anunció una "reestructuración profunda de la institución".
López Salazar se comprometió a que el personal tenga empatía con la gente y que trabaje con eficiencia y eficacia en la resolución de casos.
"Vamos a buscar que la gente tenga vocación de servir porque esa es nuestra obligación, servir a la gente, y tenemos que ser sensibles con la problemática de las denuncias, con el dolor que tiene la gente al denunciar. Tenemos que tener empatía con la gente, que se pongan en los zapatos de los demás", informó.
También señaló recibir una Fiscalía con rezago en carpetas de investigación.
"Estoy recibiendo 200 mil carpetas de investigación, es un número tremendo; nos hace falta personal, hacen falta peritos, hacen falta policías de investigación. Tenemos 12 mil averiguaciones previas del sistema tradicional y únicamente tres Ministerios Públicos están atendiendo ese rezago.
No es posible que un Ministerio Público tenga cuatro mil averiguaciones previas, ¿Cuándo las va a leer? ¿Cuándo las va a analizar? ¿Cuánto tiempo va a pasar para resolver una averiguación previa? En eso vamos a trabajar", precisó.
Enfocando sus esfuerzos en los municipios con mayor incidencia delictiva como Benito Juárez, Solidaridad, Tulum y Othón P. Blanco, López Salazar prometió una estrategia específica y focalizada.
VRM