Un juez federal rechazó aceptar las pruebas que presentó el ex espía argentino Raúl Luis Martins Coggiola, quien busca dejar sin efecto la orden de detención provisional con fines de extradición que agentes de Interpol México, adscritos a la Fiscalía General de la República (FGR) ejecutaron en su contra.
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Luis Martins fue detenido en octubre en Cancún, Quintana Roo, porque el gobierno de Argentina lo señaló como líder de una organización delictiva que desde 2010 explota sexualmente a mujeres en esa nación y en México, a través de diversos centros nocturnos, además de que lava el dinero de sus ganancias.
Martins Coggiola fue espía de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) en Argentina, pero tras su captura alegó las autoridades mexicanas incurrieron en el delito de abuso de autoridad.
El amparo que promovió originalmente reclama que no se lleve a cabo su entrega; después, ofreció como prueba videos y una copia de una carpeta de investigación por la denuncia que presentó en la Delegación de la FGR en Quintana Roo, por el delito de abuso de autoridad.
En su demanda de garantías incluyó videos remitidos por diversas autoridades que constan en los registros de dicha carpeta.
Sin embargo, el juez Décimo Primero de Distrito de Amparo en Materia Penal, Jorge Antonio Medina Gaona, indicó que la prueba ofrecida no cumple con los requisitos legales para su procedencia, porque el fondo del asunto que se reclama en el amparo es la extradición, incomunicación, falta de atención médica y deportación.
Además, abundó el juez Medina Gaona, de ninguna forma, las pruebas ofrecidas pueden constituirse en una pesquisa, “pues de lo contrario, este juzgado de Distrito se estaría sustituyendo a la autoridad responsable”.
En 2012, Lorena Martins, hija del detenido solicitó a la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada que se detuviera a su padre, porque en Argentina gozaba de protección.
Según una declaración pública, Lorena aseguró que presentó pruebas, documentos, libretas con direcciones de teléfonos y nombres de políticos, empresarios y personajes, que protegían a su padre.
En Argentina, una jueza resolvió que Raúl Luis Martins tenía que ser procesado por el delito de explotación del ejercicio de la prostitución ajena y embargarse sus bienes.