Las autoridades de Estados Unidos inculparon a 'Los Chapitos', hijos del narcotraficante Joaquín 'El Chapo' Guzmán, por tráfico de fentanilo, entre otros delitos, por lo que incluso ofrecen recompensas de hasta 10 millones de dólares a cambio de información que ayude a localizarlos o detenerlos.
En conferencia de prensa, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, afirmó que el Departamento de Justicia "ataca todos los aspectos de las operaciones del cártel de Sinaloa", por lo que presentó cargos contra los líderes del grupo criminal: Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, conocidos como 'Los Chapitos'.
Asimismo, en la acusación formal también figura el nombre de otro hijo, Joaquín Guzmán López.
"Dos de los acusados, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, son líderes del Cartel, junto con Ovidio Guzmán López, imputado en una acusación separada, también revelada hoy, por su papel en actividades de fabricación y tráfico para el cártel", detalló.
Recompensa por los hijos de 'El Chapo'
El Departamento de Estado ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por la captura de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, a quien también lo conoce como 'Alfredillo' y lo describe como miembro de alto rango del cartel de Sinaloa e hijo de 'El Chapo' Guzmán.
Asimismo, ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por Iván Archivaldo Guzmán Salazar, alias 'El Chapito'.
Las autoridades de Estados Unidos también ofrecen una recompensa de 5 millones de dólares por Joaquín Guzmán-López, también conocido como 'El Güero' y 'Moreno'.
¿Por qué otros delitos los acusan?
En un tercer expediente, en la corte de Distrito de Illinois, 'Los Chapitos' están acusados por tráfico de cocaína, heroína, metanfetamina y mariguana, por pertenecer a una empresa criminal continua, importación de drogas, lavado de dinero y portación de armas de fuego.
Según las investigaciones, drogas como la cocaína eran obtenidas de países como Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala, transportadas a México y después traficadas hacia Estados Unidos.
Tras el anunció de Garland, se desclasificaron los expedientes en los que se indica que el negocio del fentanilo comenzó en 2014, en una pequeña casa en Culiacán, Sinaloa, controlada por Ovidio Guzmán, alias 'El Ratón', quien también es hijo de 'El Chapo'.
Ahí se produjo el primer cargamento de fentanilo, que después fue trasladado a Tijuana, Baja California, para ser traficado hacia Estados Unidos. El Ratón se quedó como el encargado del tráfico de fentanilo.
¿Cómo opera cártel de Sinaloa con fentanilo?
Gracias a que las agencias de inteligencia estadunidenses lograron infiltrarse en el cártel, descubrieron los planes de la organización criminal: “crear calles de adictos”, según habría dicho el propio Iván Archivaldo, quien está encargado de la seguridad de sus operaciones. Jesús Alfredo, por otra parte, apoya a sus dos hermanos en sus encargos.
Por ejemplo, se encargaba de coordinar la llegada de fentanilo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, gracias a sus contactos en las aduanas.
Debido a sus esfuerzos, aseguran fiscales estadunidenses, el cártel ha logrado tener presencia en 45 países y es ahora el mayor productor de fentanilo. Lo hace a través del envío de precursores químicos desde China hacia México, incluso desde otros países, como Guatemala e incluso Alaska y Nueva York, en Estados Unidos.
Trabajan bajo tierra
Con los productos químicos en México, el cártel produce el fentanilo en laboratorios cada vez más especializados en diversos puntos del país, aunque más recientemente y por órdenes de Ovidio Guzmán, la producción de fentanilo se centralizó en Culiacán, Sinaloa.
Utilizan cocineros especializados, que trabajan en laboratorios ocultos, algunos incluso bajo tierra, y custodiados por hombres fuertemente armados. Compran precursores que les cuestan aproximadamente 800 dólares por kilo, y los convierten en hasta 415 mil pastillas, que en el mercado estadunidense se venden entre 50 centavos y tres dólares.
Es decir, con una inversión de unos 16 mil pesos, obtienen entre 207 mil 500 y un millón 245 mil dólares, es decir, entre 4 millones 150 mil y 24 millones 900 mil pesos.
Un cocinero, según Estados Unidos, puede producir hasta 100 mil pastillas por día. Sin embargo, el cartel también está preparado para sufrir pérdidas.
Su esquema de negocios se basa en apostar a que las autoridades aduaneras de ambos lados de la frontera no pueden revisar cada cargamento, paquete o persona que entra o sale de Estados Unidos y México.
Así, a través de mulas, automóviles, aviones, lanchas, submarinos e incluso con la implementación de túneles subterráneos, se las han ingeniado para pasar el fentanilo a Estados Unidos. Aunque también han sufrido cientos de aseguramientos.
El dinero, sin embargo, no están dispuestos a ponerlo en juego. A través de compras de bienes raíces y otros bienes, transferencias a cuentas en el extranjero y el uso de carteras digitales con criptomonedas, el cártel de Sinaloa ha logrado lavar cientos de millones de dólares en ganancias.
Un solo operador de la organización criminal logró lavar 24 millones de dólares en dos años.
FLC