A unos días de que termine el año, te presentamos un recuento de los acontecimientos de inseguridad y violencia que marcaron al país.
14 de agosto
Las autoridades de Michoacán reportaron el hallazgo de 19 cuerpos en Uruapan, los cuales fueron abandonados en distintos puntos del municipio.
Los cadáveres, de 16 hombres y tres mujeres, fueron tirados o colgados durante la madrugada.
Un día después del hallazgo las autoridades identificaron a 12 de las víctimas, algunas de las cuales contaban con antecedentes penales.
El secretario de Seguridad del estado, Israel Patrón Reyes, dijo que el hallazgo de los cuerpos es reflejo de la pugna entre integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación y el grupo que se hace llamar Los Viagra.
Tras los hechos, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que estos hallazgos “son un desafío” para las autoridades, pero advirtió que no caerá en una guerra.
"Vamos a seguir combatiendo la delincuencia, pero no vamos a caer en la trampa de declarar la guerra como lo hicieron en otros tiempos, que fue lo que nos llevó a esta situación de inseguridad y de violencia (...) Lo otro (la guerra a los criminales) ya se demostró que fracasó, y justo ahí, en Uruapan es donde empezó todo, donde se le dio el garrotazo a lo tonto al avispero. Es un desafío para las autoridades, pero vamos a seguir con la misma estrategia, estamos seguros que va a dar buenos resultados".
27 de agosto
Varias personas lanzaron bombas molotov al bar Caballo Blanco, en Coatzacoalcos, Veracruz, dejando 31 muertos, entre ellos bailarinas, trabajadores del lugar y algunos clientes.
Una de las principales línea de investigación ligaron el ataque con un intento de cobro de piso o pugna entre Los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación, de acuerdo con la fiscalía estatal.
Tras el ataque, el presidente Andrés Manuel López Obradordijo que un joven de 15 años fue quién roció gasolina en el bar, y que debido a esto resultó con quemaduras en la mitad de su cuerpo.
El 9 de septiembre, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, informó que había detenidos por el ataque, pero no dio más detalles debido a que, dijo, eso le compete a la Fiscalía General de la República.
17 de octubre
El cártel de Sinaloa peleó a muerte durante cuatro horas con 49 minutos contra el Ejército, la Policía Federal y la Guardia Nacional en distintos puntos de Culiacán, donde la organización criminal desplegó armas de alto poder, tendió emboscadas, cercó unidades habitacionales militares y bloqueó avenidas, para evitar la captura de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.
Ya me entregué, ya paren todo, por favor. Ya ni modo, ya que se retiren. ¡Ya no quiero que haya desmadres, por favor!”, dijo por teléfono Ovidio a su hermano Archivaldo Guzmán, quien orquestó ofensiva para evitar la detención.
Sin embargo, las palabras de Ovidio Guzmán no fueron escuchadas por Archivaldo, por lo que, el gobierno federal tuvo que desistir de la operación ante la amenaza de agresiones a civiles.
"Teníamos la información de que ellos estaban dispuestos a disparar a civiles", dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador al ser cuestionado sobre la liberación del detenido.
La oposición aprovechó que el operativo para la detención del hijo de El Chapo falló para exigir al Presidente que modificara su estrategia de seguridad,
4 de noviembre
Integrantes de la familia LeBarón viajaban en tres vehículos en Bavispe, Sonora, rumbo a Estados Unidos; sin embargo, en el camino fueron atacados por personas armadas.
El saldo de la agresión fue de nueve muertos: tres mujeres y seis niños.
Otros seis niños lograron escapar de los hombres armados y fueron rescatados después por integrantes de su comunidad.
Tras la agresión, los hombres armados incendiaron las camionetas en las que viajaban las víctimas.
El secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, dijo que el convoy de la familia LeBarón "pudo haber sido confundido por grupos delictivos que se disputan el control en la región".
El jefe del Estado Mayor de la Sedena, Homero Mendoza Ruiz, ligó al grupo criminal La Línea con el ataque que sufrió la familia LeBarón, en Bavispe, Sonora, luego de que este cártel se enfrentó horas antes con Los Salazar.
Casi un mes después del ataque, elementos de las Fuerzas Armadas, así como agentes de la FGR y de la Guardia Nacional detuvieron a tres individuos presuntamente involucrados en la muerte en el caso.
30 de noviembre
Integrantes del Cártel del Noreste ingresaron al municipio de Villa Unión, en Coahuila, y dispararon contra el edificio de la presidencia municipal, así como al de la comandancia de la policía local.
Los uniformados respondieron la agresión, lo que desató un enfrentamiento que fue reportado en redes sociales.
En una hora, 550 militares y policías estatales coparon a 150 sicarios del cártel, afirmó el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme; el saldo del enfrentamiento fue de 25 muertos, 19 delincuentes, cuatro policías y dos civiles.
Tras el ataque, el gobernador anunció la construcción de un cuartel militar en este municipio, con capacidad de 120 elementos, para el cual se invertirán entre 25 a 30 millones de pesos.