Son la sobrepoblación y actividad criminal principales problemas en penales de Guanajuato

Seguridad

Aseguró que, aunque ya se requiere un nuevo sistema penitenciario y parte de ello implica la construcción de un centro más, van a hacer falta otros dos.

El estado no estaba preparado para enfrentar una guerra de cárteles, pues no cuenta con los recursos suficientes. Foto: Raúl Palacios
Christian Rendón
Guanajuato /

La sobrepoblación en los penales no es la única problemática que se ha generado a raíz de las detenciones de los líderes criminales, principalmente de dos cárteles de la droga que están en Guanajuato; pues, de acuerdo a especialistas en seguridad, algunos internos operan libremente desde prisión.

De acuerdo con David Saucedo, experto en seguridad, hay varios puntos que cualquiera que conozca los Centros de Reinserción Social de Guanajuato puede ubicar, pues se sabe que estas actividades suceden, por ejemplo, en Celaya, así como en el penal de Valle de Santiago, donde además se ha detectado el autogobierno por parte de líderes criminales internos en estos penales.

“Se está incrementado la población penitenciaria, tanto del Cártel de Jalisco como del Cartel de Santa Rosa de Lima, y eso está obligando a que se construyan más centro penitenciarios. El hacinamiento también lo que produce es el autogobierno; aunque la Comisión de Derechos Humanos le da una calificación muy alta al Sistema Penitenciario de Guanajuato, lo cierto es que se trata de una certificación de papel”, comentó. 

Aseguró que, aunque ya se requiere un nuevo sistema penitenciario y parte de ello implica la construcción de un centro más, van a hacer falta otros dos para poder hacerle frente a toda esta situación de inseguridad que se vive en Guanajuato.

El especialista comentó que el estado no estaba preparado para enfrentar una guerra de cárteles, pues no cuenta con el número de policías municipales suficientes, así como de agentes de investigación y jueces para poder desahogar toda la cantidad de procesos que están en curso, sin mencionar que tampoco tiene el número de penales que se requiere para atender a toda la población penitenciaria.

Cuando los delincuentes son detenidos, comentó que no hay ninguna garantía, pues una situación que se presenta en varios estados del país es que desde adentro siguen operando, y unas de las soluciones que han encontrado las autoridades es, por ejemplo, es mover a los reclusos a otros centros; caso tal fue el de los líderes de la Unión Tepito, los cuales operaban en la Ciudad de México y fueron trasladados al penal de Ocampo.

“Es algo que deben intentar las autoridades de Guanajuato con los líderes de plaza y jefes de sicarios o narcotraficantes de alto perfil, para que sean trasladados a penales fuera del estado y eso les dificulta que sigan teniendo el control de la actividad criminal, pues si los dejan en Celaya, desde adentro van a operar porque la mayoría no son penales de alta seguridad” dijo.

El no cambiarlos implica que tengan visitas regulares de sus familiares, amigos y abogados, y que puedan hacer llamadas, pues incluso cuentan con equipo de telefonía al interior del penal con internet, con el cual  pueden seguir teniendo comunicación con sus grupos criminales.

Para solucionar esto, mencionó que tendría que haber bloqueadores de señal, pues aunque en teoría los presos no deben tener equipos telefónicos, la realidad es otra; tan es así que ellos mismos grabaron los motines que se generaron al interior del CERESO Mil. Estas medidas implican una inversión en tecnología por parte del gobierno para capacitar a los trabajadores penitenciarios, sin mencionar que se debe reducir el contacto entre los presos y tenerlos en celdas individuales, pues muchos de ellos están en celdas colectivas.

Comentó que otra de las problemáticas es que cuando los narcotraficantes llegan a los penales, con el tiempo comienzan a comprar privilegios, a corromper al sistema penitenciario, así como a los directivos de los penales, y esto es una cadena, pues los primeros son los policías municipales, luego los jefes regionales de las FSPE, y cuando empieza a haber detenidos resulta afectado el sistema penitenciario, hasta llegar al Poder Judicial, que son los jueces y magistrados.

​ALOL

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