En los últimos16 meses, la Comisaría General de las Fuerzas del Estado de Guanajuato contabilizaron la baja de 502 policías que presentaron su renuncia.
El aumento de los índices delictivos, los bajos salarios, la falta de crecimiento laboral, el alto nivel de estrés y el supuesto trato prepotente de los mandos son algunos de los motivos principales por los que los elementos se retiran, explicó Juan Miguel Alcatara Soria, ex titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica.
MILENIO obtuvo las cifras mediante una solicitud de Acceso a la Información que fue respondida con datos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Guanajuato. Las cifras indican que en promedio diariamente un policía estatal renuncia en la entidad.
En 2018 se registró la baja por renuncia de 406 policías, mientras que en lo que va del 2019 ya suman 96 deserciones por el mismo motivo.
Alcántara Soria señaló que las autoridades estatales no cumplen con el proyecto de dignificación laboral que establece la ley, puesto que los policías no reciben los incentivos económicos necesarios por arriesgar su vida.
“La Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Publica prevé un proyecto de vida digno para todo elemento de los cuerpos policiacos del país que no se está cumpliendo en el estado y los municipios, es un programa para que tengan los incentivos económicos necesarios para arriesgar su vida y asegurarse de la manutención de su familia y cuando las personas no ven eso piensan que no tiene sentido mantenerse”.
“La creciente violencia en el estado, que seguimos rompiendo records en homicidios, pues lógicamente el nivel de riesgo es superior y es muy amplio”, dijo.
En la entidad un policía estatal tiene un salario mensual neto que puede ir de los 12 mil 658 pesos para un elemento del rango 4A (nivel más bajo), hasta los 33 mil 366 pesos que es la remuneración mensual que percibe un inspector de nivel 10A, (Rango más elevado).
El también ex Procurador de Justicia del Estado mencionó las pruebas de Control y Confianza no deben utilizarse únicamente para depurar las corporaciones, sino también para monitorear la salud mental de los elementos y asó otorgarles las atenciones necesarias.
“Las evaluaciones de Control y Confianza también tiene que arrojar que nivel de estrés traen los policías para que si están muy estresados se les cambie la adscripción a efecto de reponer la salud, frecuentemente esto no se hace y simplemente las evaluaciones de control y confianza solo son para ver si se quedan o se van”.
La Encuesta Nacional de Estándares y Capacitación Profesional Policial (ENECAP) del INEGI reveló que el 53% de los policías tanto estatales como municipales que laboran en Guanajuato tienen afectaciones en la salud. Los problemas de los uniformados van desde ansiedad, problemas de sueño e irritabilidad.
La ENECAP también dio a conocer que el 66% de los policías estatales no se encuentran en una optima forma física, debido a que el 49% de los elementos tienen sobrepeso, el 17.2% presentan obesidad y únicamente 32.7% se encuentran en su peso normal.
Los homicidios dolosos de policías también se han vuelto frecuentes en Guanajuato, ya que en 2018 se registraron 64 casos y en el primer trimestre del presente año ya se suman 14 asesinatos. En ambos años la entidad se colocó en el primer lugar nacional en la lista de los estados con más homicidios de policías.