El respeto lo gané a punta de balazos: Pedro Carreto

Relato. Iniciado en Fuerza Civil, Pedro Carreto siempre estuvo en la línea de fuego; hizo historia por promover el primer divorcio igualitario en Nuevo León.

Pese a haber sufrido un rozón en una rodilla en un enfrentamiento armado, dice que nunca dejará su labor, pues sería “una cobardía”. Roberto Alanís y
Kevin Recio
Guadalupe /

Al oficial Pedro Carreto le gusta estar siempre en la línea de fuego y lo ha demostrado en balaceras y capturas de líderes de la delincuencia organizada que le han costado jirones de piel, pero también ganarse el respeto de sus compañeros.

A pesar de que muchos de sus colegas pensaban que por su orientación sexual -es abiertamente gay- sería reservado, Pedro siempre fue entrón.

La historia de Carreto como agente inició en Fuerza Civil. Ahí lo veían como un comandante -sin tener el grado- por el alto respeto que le tenían los otros elementos; ahora, en su nueva “casa”, en la Policía de Guadalupe, la historia se repite.

Con voz firme, pero entre carcajadas, Pedro relata que decidió poner su nombre en alto pese a los pensamientos “machistas y conservadores” de algunos colegas, y destacó que en Fuerza Civil lo trataron “bastante bien”.

“Ellos decían que yo era muy diferente y que podían hacer conmigo lo que quisieran y, al contrario, les demostré mucho la diferencia de lo que realmente era yo como profesional y persona.

“Cerré bocas y abrí mentes, realmente llegaron a tenerme un gran respeto y a la fecha me ven mis ex compañeros (de la corporación estatal) como si tuviera grado (de comandante) y la neta es que nunca lo tuve.

“Tienes que quitar esas cortinas que llevas al frente para poder decir: ‘¿Sabes qué? Yo no quiero que me vean por lo que soy o me gusta, sino por lo que ando trabajando que es lo que más importa, ser policía’”, compartió.

Consideró que los compañeros “cerrados” se “humillaban” solos porque cuestionaban la capacidad profesional de Carreto debido a su preferencia sexual, pero Pedro realizaba tareas que nadie más hacía. Esto provocó que los prejuicios desaparecieran, llegando a ser ejemplo para los demás; en medio de las balaceras, sus colegas se decían entre ellos: “Mira, él sí puede y tú no”.

Recordó que tardó dos años en ingresar a la corporación de Guadalupe por “equis” razón, pero realmente eso ayudó a que el oficial gay se fortaleciera; de esta manera, cuando se lo propuso nuevamente entró directo, sin necesidad de hacer la Academia, pues ya contaba con la formación estatal.

Durante la entrevista con MILENIO Monterrey, el policía de Guadalupe afirma que para sortear estas barreras lo más importante era recordar los valores que le enseñaron como individuo, pero pondera por encima de todo el respeto.

“En la unidad -la patrulla- que me asignan yo trabajo solo, no me gusta traer a nadie más, me desespero de traer a personas que viajan con la mente muy cerrada y cuestionan que los mande yo.

“Ya después piden trabajar conmigo, porque saben que separo lo personal de lo laboral, y gracias a eso cambio la ideología estúpida que tiene la gente. Luego dicen (sus compañeros) que no pueden hablar de mujeres, hombres o demás conmigo, pero sí pueden, nada más que nunca les falten al respeto”, explicó.

En el ámbito personal, dijo, que a los 16 años, cuando vivía en Veracruz, decidió separarse de su familia; en ese momento, sus padres, ya tenían conocimiento de su orientación sexual.

Su madre lloró “a cántaros”, recuerda, cuestionando a su padre, mientras que su padre sentenció: “Tenemos que apoyarlo”. Pedro detalló que su papá lo sorprendió, pues esperaba su rechazo.

Hace unos meses, Pedro ganó una demanda por divorcio incausado y pasó a la historia de Nuevo León, luego de que Claudia T. Witron, de Divorcios Express Abogados Especialistas, ganara la primera demanda por separación de una pareja de hombres.

El día más tenso; sobrevivió

En 2014 se registró una de tantas balaceras en la colonia Independencia, en Monterrey; aquella refriega duró más de hora. Los plomazos iban y venía entre fuerzas de seguridad y civiles armados. Las versiones apuntaban a un conflicto entre bandas. Pedro Carreto estuvo ahí y considera que ha sido el momento más “emocionante” de toda su carrera policial.

Pese a que no mencionó el nombre de algún líder delictivo, por seguridad, dijo que uno de ellos fue capturado con éxito, aunque ahí no terminó el fuego cruzado. Luego del choque armado, Fuerza Civil tuvo que organizar un operativo muy extenso para trasladar al detenido.

“En ese momento se me vino la familia a la mente, es decir, mis padres y mi hermana. Tengo un rozón de bala en la rodilla derecha y cuando pasó todo, sentí la rodilla caliente, en el momento no lo sentí. Nunca desistiré porque eso sería tener cobardía y no va conmigo”, puntualizó.

Con orgullo, Pedro Carreto aseguró que jamás abandonará el trabajo policial, aunque agregó que tiene diversos planes a futuro, mismos que se irán modificando conforme pasen los días, semanas y meses.

Sin embargo, esos planes, se los guardó para sí mismo.

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