Carlos había ido a trabajar en su automóvil y decidió estacionarlo en la calle 5 de febrero esquina con Lucas Alamán, colonia Obrera, alcaldía Cuauhtémoc, cerca de una cámara de seguridad el C5 de la Ciudad de México. Sin embargo, al concluir su jornada laboral del 22 de julio pasado, cerca de las 18:00 horas, no se dio cuenta de que le habían robado algunas autopartes sino hasta el día siguiente.
Al ver con detalle notó que de su Toyota Avanza se habían llevado las dos molduras de los faros y los dos tapones de la facia que cubren los tornillos de arrastre, según lo relatado en su denuncia CI-ADD/CEN-1/UI-1 S/D/08143/07-2021, ante la Fiscalía General de Justicia capitalina.
“Fue muy sencillo, mi automóvil estaba estacionado en la calle 5 de febrero, entre Lucas Alamán y Fernando de Alva y en el transcurso del día le quitaron esas partes, pero no he sido el único ahí mismo a otro compañero del trabajo le quitaron las mismas partes a su camioneta, como que es la forma de trabajar del ratero”, comentó Carlos a MILENIO.
No obstante, además del robo, tuvo que lidiar con un gasto que no tenía contemplado, pues la reposición de las piezas que le fueron hurtadas costó cerca de 4 mil pesos.
“La agencia hace un descuento en algunas autoparte por robo, pero cada parte cuesta entre 900 y mil pesos (…) no llamé a una patrulla, porque me di cuenta hasta el día siguiente, cuando fui a lavar la camioneta, como siempre llego por atrás del vehículo no me fijé”, señaló.
La historia se repitió. Luego de haber comprado las piezas robadas, de nueva cuenta fue víctima de la delincuencia cuando el 10 de agosto pasado estacionó su camioneta en el mismo lugar, es decir, en la calle 5 de febrero esquina con Lucas Alamán, colonia Obrera; “me robaron en el mismo lugar dos veces”, dijo.
Ese día, estando su automóvil cerca de la cámara con ID 10226 del C5, le robaron las dos molduras de los faros de la carrocería; “cuando fui por ella (la camioneta) ya la noté sin esas partes de la carrocería, fue esa la segunda ocasión”, declaró en la carpeta de investigación CI-ADD/CEN-1/UI-1 S/D/08983/08-2021.
Carlos recuerda que incluso hace casi un año, en prolongación Ayuntamiento esquina con Miguel Ángel de Quevedo, alcaldía Coyoacán, también le robaron a otro automóvil suyo la rueda de refacción, las molduras de los espejos retrovisores y los tapones de las ruedas.
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Como él, Jimena, a quien llamaremos así por seguridad, también fue víctima de este delito. El 23 de octubre de 2019, cerca de las 21:00 horas, estacionó su automóvil Hyundai IONIQ (que había comprado en marzo de ese año), afuera de la calle Cerrada La Paz, colonia Escandón, alcaldía Miguel Hidalgo.
Sin embargo, cerca de las 06:16 horas del día siguiente, se dio cuenta que su carro ya no tenía las cuatro llantas con su respectivo rin y el vehículo fue dejado sobre piedras.
En ese momento informó de lo ocurrido, a través del número de emergencias 911, a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y al punto llegaron dos patrullas, de las cuales los policías tomaron conocimiento de los hechos, según lo relatado en la carpeta de investigación correspondiente.
Las llantas robadas del automóvil de Jimena eran cuatro neumáticos de la marca Michelin medida 225/ 45 R17, con rines de aluminio, cuyo valor de éstas era de casi 160 mil pesos, pero gracias a su aseguradora pagó la mitad.
“Siempre estacionaba mi coche ahí afuera. Yo iba a hacer ejercicio en la mañana y siempre me llevaba mi automóvil y cuando salí ya no tenía las llantas. Es una zona que está iluminada y justo en ese entonces en la alcaldía se presentaba mucho el robo de autopartes y todo el tiempo había policías, pero justo cuando pasó no había nadie. Salí y vi que está mi coche en tabiques”, recuerda en entrevista.
La mujer comentó que el robo de sus llantas se dio muy cerca de una cámara de seguridad, pero nunca supo si como parte de la investigación las autoridades solicitaron los videos para ubicar a la o las personas responsables.
Investigaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y de la Fiscalía General de Justicia señalan que existen bandas que desmantelan las autopartes y las almacenan en domicilios donde, tras cateos, incluso han asegurado cantidades sorprendentes de éstas.
Más de 10 toneladas de autopartes
El 16 de julio, cuatro días antes del robo a Carlos, personal ministerial, policial y pericial cumplimentó una orden de cateo en un inmueble ubicado en la colonia La Polvorilla, alcaldía Iztapalapa, por la posible comisión del delito de encubrimiento por receptación.
El mandamiento judicial fue solicitado a partir de las indagatorias realizadas por el agente del Ministerio Público y elementos de la Policía de Investigación (PDI), adscritos a la Fiscalía de Investigación Estratégica del Delito de Robo de Vehículos y Transporte, tendientes a la localización de automotores posiblemente obtenidos ilícitamente.
Durante la inspección, en el lugar se encontraron varios automóviles, entre los que destacan uno relacionado con una averiguación previa iniciada por el delito de fraude; otro con reporte de robo y uno más sin sus medios de identificación; además, se localizaron piezas automotrices, documentación y placas de circulación.
Los indicios e inmueble fueron asegurados y quedaron bajo resguardo, a fin de continuar las indagatorias y peritajes correspondientes. Un policía de la SSC comentó a MILENIO que dando continuidad a trabajos para la desarticulación de grupos criminales, en aquel cateo se recuperaron más de 10 toneladas de diferentes autopartes, “algunas ya devastadas”. El oficial refirió que en la alcaldía Iztapalapa “está la mayor incidencia en este tema”, pero las investigaciones también colocan como focos rojos a las alcaldías Gustavo A. Madero y Azcapotzalco.
“Encontramos de todo, hay autopartes devastadas en sus números de series; había vehículos de lujo como un poco pasados de año. En su mayoría eran partes robadas de diferentes marcas como Ford, Nissan, Volkswagen y de varios vehículos (…) hemos encontrados equipos con los cuales devastan los números de series, cortadoras y tanques de oxígeno para partir los vehículos”.
El elemento de seguridad explicó que la forma de operar de las bandas dedicadas a este delito, “son células que se van dividiendo; unos roban, otros empiezan a partir, y otros venden las autopartes”, principalmente, en Santa María Aztahuacan, en Iztapalapa, “que es una zona muy comercial para todo este tipo de autopartes para carros viejos y nuevos” siendo el Eje 6 donde “hay mucha venta de estas partes robadas”, a veces hasta un 50 por ciento menos que una agencia de automóviles.
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