Un hombre de 28 años fue su última víctima. El 17 de enero pasado, en la colonia Acacias, de la alcaldía Benito Juárez, aquél ciudadano había estacionado su motocicleta cerca de las calles Moras y Comunal, pero se percató que dos jóvenes se acercaron mucho a ésta: querían robársela, y aunque los vio en el momento en que pretendían llevársela, por miedo no los enfrentó.
Muy cerca de ahí pasaron elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, adscritos a la estrategia Blindar Benito Juárez, quienes evitaron que los delincuentes se anotaran un atraco más a su lista, pues tras ser detenidos se supo que no eran primerizos en el negocio y por WhatsApp se organizaban cómo robar.
Los oficiales notaron la presencia de ambos hombres quienes, de manera inusual, manipulaban una motocicleta negra con gris y al notar la presencia policial, intentaron escapar del sitio a bordo de una motoneta negra.
Los policías fueron tras los posibles implicados, logrando interceptarlos metros más adelante. Los elementos de la PBI les aseguraron una mochila negra donde traían un cilindro de taladro, un tubo de metal y un desarmador.
Los probables responsables fueron identificados como Sebastián "N" y Aldo Gabriel "N", quienes fueron llevados, junto con los objetos asegurados y la motocicleta en que viajaban, ante el agente del Ministerio Público en BJ-2, para determinar su situación jurídica.
Un negocio por WhatsApp y Messenger
MILENIO tuvo acceso a algunas conversaciones que los presuntos responsables—incluso de posibles compradores y conocidos de los detenidos—mantenían por WhatsApp y Facebook antes y después de cometer los robos. En una plática vía Messenger se lee:
—¿Wee, cuanto por la vortex??
—Al rato te aviso porque vale ver** el (...), no te ha mandado mensaje? Diles que un 10, ya cualquier cosa que me diga pues ya we, haber cuanto dan (sic)
En uno de los teléfonos celulares se descubrió cómo intercambian mensajes donde alguien pregunta si conoce a una persona que compre automóviles robados. Por ejemplo, un Nissan Versa modelo 2012 a un precio "barato".
Asimismo se hace mención de alguien apodado El Chancla, quien según se lee, al parecer se robaba automóviles "con todo y alarma", pese a que hay otros que "le desactivan la alarma".
Por Facebook Messenger mantenían charlas sobre la posible compraventa de motocicletas robadas. En tanto, vía WhatsApp, acordaron ir a robar un potro, como se le conoce a una motocicleta, o bien uno al otro lo invitaba a cometer los atracos.
— Ahorita me voy a apurar a mis cosas para estar ahí como alas 5 o 6. Pero entonces que pedo, si me vas a llevar por, Un potro o que pedo
— Que te dice el negro. No puedes antes? (sic)
—Voy por ti? Para robar por Pachuca
—Ahuevo mamá
—Ya apúrate pinche cerillo
—Voy
Ofreciendo lo robado
También en algunas conversaciones por WhatsApp se hace referencia a mensajes que hablan de autos robados, aunque se desconoce si la charla la habrían tenido los dos detenidos, o sólo uno de ellos con otra persona, pues alguien en la conversación está registrado con un nombre diferente al de los presuntos delincuentes detenidos.
Los supuestos ladrones de motocicletas, de acuerdo con fuentes con conocimiento del caso consultadas por MILENIO, "se exhibían con ellas" en redes sociales y después las vendían "luego, luego".
Las autoridades también descubrieron fotografías de varias motocicletas, las cuales se presume podrían haber sido robadas y puestas en venta.
Las motocicletas que robaban—al menos por lo que se descubrió por los dispositivos móviles—eran de diversas marcas, modelos y colores, y eran movidas lo más pronto posible, no sin antes tomarles fotografías para presumirlas.
"Vi una 390, de el año, el nuevo modelo con permiso, sin placas, nueva nueva" (sic), se lee en una serie de mensajes al referirse a una moto que supuestamente robarían.
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