Luego de que fuentes de la Fiscalía Estatal indicaron que la recuperación de los cuatro trabajadores de una bodega de pollo que fueron secuestrados en Toluca en diciembre, no fue resultado de un “rescate” y trabajo de inteligencia de las autoridades, sino porque la dueña del establecimiento pagó las “cuotas” que debía a una célula de La Familia Michoacana, la Secretaría de Seguridad del Estado de México aclaró que sí dieron continuidad a la investigación.
De acuerdo con la Secretaría, siempre estuvieron trabajando en la investigación desde la desaparición de las víctimas, y la localización de los trabajadores fue “en respuesta a un alertamiento”, el cual obedeció a una serie de indagaciones a raíz de la solicitud de apoyo y denuncia por parte de los familiares de una víctima.
Explicaron que luego del plagio en una bodega ubicada en la colonia Parques Nacionales, en la capital mexiquense, y que familiares de una sola víctima se manifestaran en Palacio de Gobierno, la Secretaría de Seguridad Estatal apoyó en el seguimiento y las investigaciones. La dependencia reiteró que la liberación y el rescate sí fueron por los trabajos de investigación, ya que se detectó que las víctimas serían trasladadas, de donde estaban retenidas, a otro punto.
"De acuerdo a las técnicas operativas de investigación, se encontró un lugar donde estaban haciendo movimientos de personas al parecer privadas de su libertad, mismas que fueron encontradas en un vehículo, atadas de pies y manos, así como vendadas de los ojos", declaró la dependencia a MILENIO Estado de México.
Por su parte, fuentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México indicaron que el 15 de marzo fue la Secretaría de Seguridad quien localizó a las víctimas en un vehículo en el municipio de Temascaltepec, en la zona sur de la entidad y posteriormente le dio aviso a la FGJEM.
Acerca de que la responsable de la bodega donde ocurrieron los hechos en cuestión, Lizbeth Karina “N”, como administradora del negocio era parte de la estructura de la organización criminal que obligaba a comerciantes a comprar producto en dicho espacio, la SSEM refirió un comunicado emitido el 28 de marzo por la propia FGJEM, en el que afirmaba que con apoyo de la Sedena, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a través de la Guardia Nacional, y la SSEM, aseguraron las bodegas presuntamente relacionadas con la comisión de hechos delictivos de extorsión y delitos contra el consumo.
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En el documento, la Fiscalía del Estado de México aseguró que estos establecimientos eran presuntamente utilizados como instrumento para el acaparamiento y distribución de pollo con fines extorsivos.
Indicaron en el documento que cuentan con información de que Lizbeth Karina “N”, es señalada como operadora de Sergio “N” alias “El Borrego”, este último integrante de un grupo criminal con orígenes en el estado de Michoacán y objetivo prioritario de la Fiscalía ya que cuenta con dos órdenes de aprehensión en su contra.
Detallaron que una pugna con otra célula delictiva de la misma organización habría causado el secuestro de los trabajadores, luego de exigirle dinero de “derecho de piso” a Lizbeth Karina, y esta se negara a entregar dichos pagos por su posible relación con la otra célula.
Cabe mencionar que, debido a la protección de las víctimas, las autoridades no han dado a conocer más detalles, aunque siguen las investigaciones respecto a los presuntos responsables y la célula a la que pertenecen, de la cual ya han detenido a cuatro sospechosos.
PNMO