A seis días de que elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones detuvieran en Nuevo León por "delito flagrante" al esposo de Jhoana Ligues, las autoridades federales lo señalaron como autor material de feminicidio de la maestra de un jardín de niños reportado el 31 de agosto en el municipio de Santa Catarina.
Durante la conferencia La Mañanera, el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, señaló que Jesús Antonio "N" también fue detenido por delitos contra la salud y portación de arma de fuego.
"El día 2 de septiembre del presente año, la Fiscalía General del Estado de Nuevo León informó que elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal lograron la detención de Jesús Antonio "N", presunto autor material del feminicidio de Jhoana Abigail, joven de 24 años, quien laboraba como maestra de escuela, ocurrido el 31 de agosto en la colonia El Molino, en Santa Catarina, Nuevo León."
Agregó que se espera que se resuelva su situación ante un juez, sin señalar la fecha, luego de que se acogió a la duplicidad de la audiencia.
"Se le detuvo a su vez por delitos contra la salud y portación de arma de fuego ya está detenido por diversos delitos incluyendo el feminicidio y se espera su vinculación a proceso penal toda vez que se acogió a las duplicidad del del plazo la audiencia correspondiente."
Jhoana Abigail había contraído matrimonio con Jesús Antonio "N" apenas el 2 de abril del presente año.
Jhoana Ligues adornó el salón de clases para recibir a sus alumnos
En el jardín de niños donde impartía clases, sus compañeros compartieron evidencia de los adornos coloridos que colocó en el aula, las figuras que elaboró para instruir a los pequeños, aunque el lunes que arrancó el ciclo escolar, les pareció extraño que no se presentara.
Quienes la conocieron como docente, la describieron como una mujer responsable, alegre y apasionada por su labor.
A través de un escrito, maestras del plantel donde trabajaba, manifestaron profunda tristeza al enterarse de su muerte el pasado 31 de agosto en el domicilio que compartía con su esposo en la colonia El Molino en Santa Catarina.
En el mismo salón donde dejó todo listo para a ver sus niños, sus compañeras pegaron un moño negro en el pizarrón y escribieron su nombre en letras grandes junto a un mensaje. En él, se lee que una educadora se debe manchar de pintura y no de sangre.