"Nunca es tarde para la verdad", así lo creen quienes fueron víctimas de represión por parte del Estado, entre los años de 1960 y 1990, que perdieron amigos y familiares involucrados en los movimientos sociales de aquellos días.
Aunque ya han pasado casi 50 años de ese episodio oscuro, los recuerdos están nítidos en la memoria de algunos sobrevivientes, quienes revivieron el horror al ingresar de nuevo al cuartel de la Novena Zona Militar.
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Ahora lo hicieron por voluntad y no a la fuerza como en esos días, los militares que los recibieron tenían otro temple a diferencia de aquellos soldados de antaño de rostro sombrío e inexpresivo, pues en contraste, por voluntad propia y de manera cordial les permitieron el ingreso.
Las víctimas de aquellos años, cuatro sobrevivientes y 21 familiares de personas desaparecidas, acudieron acompañados por la Comisión de Verdad y Justicia creada por decreto el 6 de octubre de 2021 con las funciones de investigación, seguimiento, fiscalización, proposición y emisión de informes sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas en el periodo comprendido entre 1965 y 1990, conocido en México como “Guerra sucia”.
El comisionado y sacerdote jesuita, David Fernández Dávalos, explicó a MILENIO que los trabajos se realizaron en dos tandas que se prolongaron durante varias horas, pero que permitieron confirmar lo que históricamente figuraba sólo como leyendas urbanas: instalaciones diseñadas para cometer tortura donde se cree fueron asesinados jóvenes pertenecientes a la Liga Comunista 23 de septiembre.
Y es que Sinaloa fue una de las entidades representativas de los movimientos sociales de los años 70, 80 y 90 del Siglo XX, pues incluso el propio gobernador actual, Rubén Rocha Moya, formó parte del movimiento contra del autoritarismo del ex presidente Luis Echeverría Álvarez.
Sin embargo, Sinaloa también destacó por la persecución y violaciones a los derechos humanos como detenciones arbitrarias, torturas, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas.
"Las personas sobrevivientes pudieron identificar plenamente unas instalaciones viejas de una casa derruida en donde aseguran ellos fueron recluidos, víctima de tortura y presenciaron por lo menos la muerte de dos personas desangradas, amarradas y vendadas en el sitio, nos lo describieron antes del ingreso al campo militar, alguno de ellos nos había realizado un croquis del sitio donde había estado recluido y también", detalló David Fernández Dávalos.
Precisó que uno de los resultados más sobresalientes, es que con un alto grado de certeza se identificó un lugar en donde pudieron haberse cometido violaciones graves a derechos humanos al interior Novena Zona Militar entre las décadas en mención. Este lugar fue reconocido en diferentes momentos por cuato de las personas sobrevivientes de quienes se tomaron testimonios.
“Nos narraron las aberrantes torturas que sufrieron, nos fueron describiendo el lugar y las pruebas que daban fe de la veracidad de sus dichos, concluimos las dirigencias hasta caída la tarde, alumbrándonos con celulares al final, pero fue una jornada exitosa, satisfactoria”
La identificación de sitios fue acompañada del levantamiento de información con expertos criminalistas de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, con el apoyo de visitadores adjuntos de la CNDH, quienes realizarán un Acta Circunstanciada para dar fe pública a los trabajos.
Asimismo, fueron señalados nuevos sitios para su reconocimiento e identificación futura.
Adelantó que la Comisión para la Verdad dará continuidad a estos trabajos de investigación, tanto en la Novena Zona Militar, Campo Militar No. 1, y en otras instalaciones militares y de carácter civil, independientemente personal de la Fiscalía General de la Republica continuará las investigaciones.
"Se levantará un acta ministerial, al respecto y con esta solicitaremos a la Fiscalía General de la Republica y a la Comisión Nacional de Búsqueda que continúen las diligencias en el sitio, que se pueda asegurar, que se hagan los peritajes correspondientes, que podamos ampliar la búsqueda, que indaguemos sobre la disposición de cuerpos, algunos sobrevivientes decían que había un horno crematorio, tendremos que profundizar los testimonios y convocar a otras personas, víctimas o familiares que puedan corroborar o ampliar la información del lugar, solicitaremos la expropiación del lugar para que pueda ser ahí un sitio de memoria", comentó.
En relación a los responsables de aquellas torturas, dijo que, de encontrarse vivos, podrían ser “alcanzados” por la justicia, ya que la desaparición forzada y los crímenes de lesa humanidad no prescriben.
La próxima visita de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990, tiene programada una próxima visita a Sinaloa para el mes de mayo, para continuar con los trabajos comenzados.
ANTECEDENTE
La historia de abusos y represión se remonta a 1970, en el gobierno de Luis Echeverría Álvarez, cuando jóvenes estudiantes formaron una agrupación político-, militar de manera clandestina que luchó por formar un partido político y un ejército revolucionario para acabar con los abusos de la época.
En Sinaloa, la integraba otro grupo denominado 'Los Enfermos', quienes al igual que el resto de activistas fueron perseguidos y en muchos casos desaparecidos.
FLC