Durante varias horas un médico militar encabezó las labores de auxilio a Aureliano Guzmán Loera, El Guano y hermano de El Chapo Guzmán, sin saber que antes de llegar al Hospital Regional 1, donde el criminal recibiría atención especializada, iba a ser acribillado junto con otros cuatro soldados.
Así lo relató el comandante de la novena Zona Militar, Rogelio Terán, quien aseguró que no descansarán hasta encontrar a los responsables de la emboscada ocurrida el pasado viernes en la entrada norte de Culiacán, Sinaloa.
En conferencia de prensa en la novena Zona Militar, enseñó una fotografía donde se aprecia a un hombre sobre una camilla siendo atendido por personal médico castrense.
El mando indicó que se trataba de Julio Óscar Ortiz Vega, El Kevin. Sin embargo, personal de la Sedena reiteró a MILENIO que “es un nombre falso para encubrir la identidad de Aureliano Guzmán.
“El herido estaba siendo atendido por un elemento militar en un hospital de Badiraguato. (Horas) más tarde este efectivo perdió la vida a manos de delincuentes, quienes agredieron al personal militar para rescatar a ese individuo. O sea que después de salvarle la vida, fue asesinado por integrantes del grupo delictivo de la persona que estaba ayudando”, narró.
De ahí que el comandante de la tercera Región Militar, el general Alfonso Duarte Mujica, mencionará el viernes pasado que los hijos de El Chapo pudieron planear el ataque.
El Guano fue lesionado durante un enfrentamiento con soldados en la zona de Huixiopa y Bacacoragua, ruta para llegar a La Tuna, lugar donde en los últimos meses se han presentado conflictos entre los grupos del narcotráfico que pelean los territorios para sembrar enervantes.
El comandante Rogelio Terán destacó las acciones de seguridad en la entidad durante el fin de semana; comentó la disminución de los asesinatos, así como el aseguramiento de material usado por criminales para delinquir.
Detalló que el 30 de septiembre y el 1 de octubre aseguraron dos fusiles Barret, calibre .50 milímetros; 19 armas largas (AR-15 y .223), siete granadas y seis armas cortas, un radio base y 27 portátiles, así como siete vehículos. También equipo táctico y vestimentas con leyendas de la policía, fuerzas especiales y gorras con los nombres de El Jefe y El Moreno”.
En ese sentido, afirmó que todas las labores del Ejército son efectuadas conforme a derecho y con un irrestricto respeto a los derechos humanos.