A unos días de arrancadas las investigaciones sobre el vehículo con explosivos hallado en la refinería de Salamanca, ya tiene que haber nombre y hasta apellido: por normatividad, la Secretaría de la Defensa Nacional debe tener identificada la mina de la que se extrajeron los cilindros del explosivo Emulex-1 plantados en una camioneta la semana pasada, revelaron a MILENIO expertos del sector minero.
A diferencia de una granada o un arma, explosivos como los hallados la semana pasada son fácilmente rastreables, además de que la Sedena tiene una base de datos detallada de todos sus movimientos, desde su producción y venta, hasta su distribución y resguardo.
“El material encontrado en Guanajuato no es de hechura casera. Tiene empaque de fábrica. En todos los casos, desde que el fabricante los empaca cada cartucho están debidamente enumerados con un código de barras, del cual tiene conocimiento el Ejército", advierte el investigador y profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAM Víctor López Aburto.
Carlos Pavón, líder del sindicato minero Unión, coincide: “Explosivos como estos están muy bien controlados. Los militares saben qué series y a qué mina van y llevan un reporte del gasto de los explosivos de cada una de las minas. En ese aspecto, si se pierde un bombillo o una parte de explosivo dan cuenta de dónde provino el explosivo, incluso los que lo usan se regresan bajo el mismo control”.
En México solo hay dos empresas que fabrican Emulex 1, el material encontrado el jueves en una camioneta afuera de la puerta 4 de la refinería de Salamanca: Austin Powder, en el municipio de Dinamita, Durango, y Origa, en Cuatro Ciénagas, Coahuila. Ambas fábricas, así como todas las empresas de venta y distribución y, las que usan estas sustancias para minería o construcción, están bajo control irrestricto de la Sedena.
Es a través de la Dirección General del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos que la Sedena mantiene el control del uso de estas sustancias en el país, incluso con código de barras y números de serie. Los permisos para compra, almacenamiento y consumo de explosivos en trabajos de minería o construcción, por ejemplo, se adquieren vía internet, pagando 14 mil 982 pesos cada uno y cumpliendo una serie de requisitos adicionales.
El hallazgo conduce a dos escenarios: o se ingresó el explosivo de contrabando por alguna de las fronteras o alguien lo extrajo de una mina. No hay más.
Exigen cargos por terrorismoLegisladores en Guanajuato están solicitando que los responsables de colocar el paquete de explosivos en una camioneta en las inmediaciones de la refinería de Salamanca sean acusados de terrorismo, informó la diputada Marta Isabel Delgado Zárate.
En entrevista, la legisladora panista dijo que en la lucha contra el robo de combustible en Guanajuato se han vivido algunos momentos con mucha violencia; lamentablemente son temas que se han vuelto cada vez más recurrentes, lamentó.
“Realmente estamos preocupados; estos artefactos que fueron encontrados en Salamanca y posteriormente fueron confirmados como explosivos demuestran que los encargados de estos temas están tomando cartas en el asunto”.