La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló la reapertura de un par de pozos de aguas provenientes de los ríos Sonora y Bacanuchi, afectados por el derrame de sulfato de cobre de una mina de Grupo México en agosto de 2014.
Durante la sesión de la Segunda Sala del máximo tribunal del país, los cinco ministros que la integran decidieron revocar un amparo concedido por un juez federal a pobladores de las cuencas de estos ríos, quienes aseguran que estas aguas contienen manganeso y arsénico.
El proyecto de sentencia fue elaborado por la ministra Yasmín Esquivel, quien argumentó que el agua de dichos pozos se encuentra dentro de los estándares marcados por la Organización Mundial de la Salud para el consumo humano, por lo que no se pone en riesgo la salud de la población.
“La calidad del agua de los pozos La Labor y Sinoquipe está dentro de los parámetros de inocuidad establecidos por la OMS. Los pozos, cuya apertura se ordenó, cumplen con los niveles aptos de salubridad establecidos por las normas mexicanas, que además tomaron como referentes a las guías internacionales”, aseveró.
bgpa