Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) destruyeron mil 380 armas de fuego, 11 mil 940 cargadores y 323 mil 967 cartuchos útiles decomisados a la delincuencia organizada en diferentes operativos en Tamaulipas.
El material fue inspeccionado y desorganizado por el personal del Ejército mexicano, empleando un método mecánico para su destrucción, dando certeza y confianza a la sociedad de que el armamento decomisado perdió plenamente las características y particularidades para los cuales fue creado.
La destrucción del equipo bélico se llevó a cabo en las instalaciones militares de la Octava Zona en Reynosa, Tamaulipas cumpliendo con los protocolos sanitarios para reducir los contagios por covid-19.
Cumpliendo con las medidas sanitarias y con la finalidad de cuidar la integridad física de los habitantes tamaulipecos, se optó por no llevar a cabo la ceremonia correspondiente.
Con lo que la destrucción se realizó conforme a lo establecido en el Procedimiento Sistemático de Operar para el Control, Destrucción y Aprovechamiento Lícito de las Armas de Fuego Decomisadas.