Aunque la Comisaría de Seguridad Pública de San Pedro Tlaquepaque aseguró que los oficiales que atendieron el reporte de violencia doméstica que terminó en el asesinato de la víctima y suicidio del agresor el pasado 25 de junio actuaron conforme sus posibilidades, familiares de la mujer aseguran que sí hubo omisión.
Una sobrina de María del Refugio Macías Villanueva, asesinada a manos de su esposo, señaló que los policías municipales dialogaron con ambos una hora antes de la tragedia, y solamente le pidieron al hombre que se fuera a dormir, “y a mi tía le dijo que fuera a levantar la demanda, pero eso fue una hora antes, que no se lo podían llevar porque no había sangre, que no había restos de violencia”.
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El pasado miércoles, María del Refugio fue despedida por sus familiares y amigos, con una ceremonia religiosa y posterior entierro, pero su historia pudo tener un final distinto, pues ya había un antecedente de una petición de orden de restricción, la cual fue negada porque el sujeto vivía en el mismo domicilio.
“Supuestamente mi tía la pidió, pero pues no se la dieron porque pues él vivía ahí y a cada rato venían, de hecho, varias patrullas le decían ‘déjelo él está enfermo, es un drogadicto, mejor ayúdelo’, en vez de llevárselo, nada más le decían eso, no era la primera vez y la patrulla lo dejaba”, denunció.
Los reportes constantes, la incapacidad de respuesta a un hecho reiterativo de agresión, celos y el consumo de estupefacientes, fueron el inicio de este feminicidio; las agresiones se hicieron constantes, y aunque policías iban con frecuencia a atender los reportes de violencia doméstica, el hombre nunca fue detenido.
“Es que él alucinaba de celos, decía que por los vidrios este, por los espejos salían y entraban los amantes y siempre decía que abajo de la cama tenía amantes, que en el baño tenía amantes y siempre decía que los amantes y los amantes y cuando pusieron que iban a vender la casa se enojó porque él decía que no les iba a dejar nada”, relató.
“Váyase a dormir y tranquilícese”, fue la recomendación de los policías al agresor, después se retiraron de la finca. El victimario, después de entrar y salir en repetidas ocasiones, cerró el cancel con un alambre y con llave el acceso principal. El día del asesinato, familiares y vecinos se comunicaron de forma directa a la comisaría, y sólo les dijeron que ya iban en camino.
En tanto, el agresor ya tenía los cuchillos bajo la almohada, junto la piedra afiladora en la alcoba y tras volver a discutir, mató a su esposa; su hija intentó detenerlo, pero resultó lesionada. Después, se quitó la vida.
La familia se cubrió de luto tras este feminicidio, señalan la negligencia y omisión por parte de la policía, para llevar a cabo un protocolo correcto de prevención de la violencia y del delito.
Claves
Hecho
La madrugada del pasado lunes, una mujer llamó a las autoridades debido a que su esposo la agredía en un domicilio entre las calles Santa Rosalía y San Isidro, en la colonia Nueva Santa María, en San Pedro Tlaquepaque. Los oficiales le habrían dicho que no podían detenerlo porque “no había sangre”, le recomendaron presentar su denuncia a Fiscalía y se fueron. Una hora después, el hombre la asesinó y después se quitó la vida.
SRN