Luego de los hechos violentos que se registraron durante los últimos días en la Central de Abastos de León, trabajadores del lugar aseguran que la Policía casi no acude a dar rondines pese a que la zona se vuelve cada vez más insegura para trabajar.
Locatarios de la central dijeron que en el lugar hay personas del exterior que acuden supuestamente a vender productos como el resto de los comerciantes, pero es pura simulación, pues lo que realizan son actividades ilícitas y eso también los pone en peligro.
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Jesús Ruiz tiene más de 40 años trabajando ahí y aseguró que durante los últimos años los asesinatos se han vuelto una constante y pese a ello las autoridades municipales no los protegen.
“Aquí la Policía no hace nada, aquí nada más lo que hace es rondar y aquí en sí aquí en el mercado no hay seguridad, aquí no hay seguridad, aquí entra quien quiere, salen si quieren salirse“, comentó.
Juan Bravo es otro de los trabajadores que aseguró que la Policía sólo acude una o dos veces al día, pero pasan y no llegan a firmar bitácoras, incluso comentó que la Guardia Nacional también hace un rondín de vez en cuando.
“Lo que pasa es que la Policía debe de entrar más seguido, debe haber más vigilancia porque los guardias de aquí armas no traen y la Policía es la que debe de andar al pendiente de las cosas, no firman bitácora, la verdad aquí no”, comentó.
Enrique García es otro cargador que aún sigue consternado por el asesinato de dos personas el viernes pasado donde otras tres víctimas resultaron lesionadas en el ataque armado.
“En poquitas palabras mala por lo que acaba de pasar, tengo trabajando aquí 7 meses la seguridad no es muy buena por lo que pasó”, comentó.
Los comerciantes aseguraron que no sólo son los ataques armados lo que ponen en peligro sus vidas y las de sus familias, pues con frecuencia reciben llamadas donde los amenazan para extorsionarlos.
El viernes pasado los trabajadores de la Central de Abastos se vieron en jaque ya que se registró una balacera a plena luz del día, situación que aseguraron que también les espanta a los clientes porque no se les brinda la seguridad y eso afecta a sus ganancias sobre todo en la temporada decembrina, considerando además que van saliendo de la crisis de la pandemia.