Las bodegas ya estaban instaladas en Estados Unidos en espera de que llegaran miles de litros que se escondían en botecitos que parecían champú. Los teléfonos empezaban a sonar y las llamadas de WhatsApp –que se ha convertido en el nuevo radio matra para comunicaciones cifradas– se sucedían una tras otra. Fue cuando Otilio le dijo a Alicia: es hora de trasladarlos en la cajuela.
Durante cuatro años, estos socios cruzaron la garita más transitada del mundo, en la cual la prioridad suele ser rebuscar en las trocas pastillas y polvo blanco. En ese lugar, donde hacen fila 14 mil carros todos los días, los frascos de Bovitraz y Taktic –marcas de sustancias usadas para matar garrapatas, ácaros o piojos en animales– eran una nimiedad. Hasta que no lo fue.
Las autoridades fronterizas se percataron de que los narcos empezaron a usarlas para fines ajenos al originalmente pensado por los fabricantes.
Cruzar por la frontera este tipo de insecticidas realmente era fácil. Los perros no lo detectaban –no estaban entrenados para ello– y los migras, en la oscuridad del cruce, no los distinguían. Otilio y Alicia se hicieron de grandes recursos fácilmente: entre el 2018 y el 2022 ganaron 92 mil dólares, aproximadamente 1 millón y medio de pesos por llevar ese “veneno” en la cajuela.
Con los años, los traficantes desarrollaron una red de mensajeros para cruzar los productos: los insecticidas fabricados en México, algunos de los cuales tienen potencial mortal y son prohibidos en Estados Unidos, eran utilizados en la cosecha ilegal de mariguana en ese país, generalmente por narcos mexicanos que se han instalado en las sierras.
A la bodega, que estaba instalada en el condado californiano Imperial, que hace frontera con Baja California, llegaron cientos de botellas de pesticida. Tráfico hormiga: a veces pasaban 12 botes, otras 36 y así sin parar durante años. Las autoridades estadunidenses estiman que Otilio y Alicia lograron el cruce de 600 botes de Bovitraz y Taktic.
Taktic es fabricado por la empresa MSD, tiene una sustancia eficaz contra varios tipos de garrapatas que atacan a bovinos, caballos, borregos, cabras, aves, perros y gatos, y también funciona contra ácaros de la sarna que infestan especies animales, incluida la humana, perros y ovinos (Sarcoptes scabiei, Demodex canis y Melophagus ovinus).
Bovitraz, de Bayer, es usado por veterinarios para ser aplicado por inmersión o aspersión en reses, cabras, cerdos y perros, pero no se recomienda para caballos ni gatos, y tampoco en algunas razas de perros.
Con base en información de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, MILENIO elaboró una base de datos propia que revela que el tráfico de insecticidas y pesticidas desde México para cultivos ilegales de mariguana en aquel país ha recibido duros golpes entre 2021 y lo que va de 2023.
En los últimos tres años, las autoridades han detenido a 50 “mulas” que intentaron cruzar la frontera. 28 eran hombres y 22 mujeres. En 2021 fueron arrestados 28 traficantes, cuatro en 2022 y 18 en lo que va de este año. Los decomisos superan los 3 mil litros de pesticidas insecticidas ilegales.
Los resultados arrojan que los favoritos de los traficantes son Taktic y Bovitraz, los cuales contienen amitraz, un insecticida y acaricida cancelado en Estados Unidos, ya que entre las indicaciones de peligro se encuentran que, tras exposiciones prolongadas, puede causar cáncer, dañar la fertilidad y provocar daños en órganos como riñón, corazón, sistema gastrointestinal y ganglios linfáticos.
En una revisión hecha por este diario en distintas distribuidoras, se encontró que en México se puede adquirir libremente y el precio en el mercado mexicano por litro es de aproximadamente 700 pesos.
Según las autoridades federales, los casos del tráfico en la frontera se relacionan con cultivos ilegales de mariguana, operados por narcotraficantes mexicanos que en su afán de seguir vendiendo drogas se han instalado en Estados Unidos, utilizando plaguicidas peligrosos para los animales y contaminantes de bosques.
Mujeres con botellas de “champú”
Llama la atención que en este comercio irregular participa una gran cantidad de mujeres, a diferencia de otros delitos relacionados con drogas.
El 17 de septiembre de 2020, Felipa Oliveros ingresó a Estados Unidos por el puerto de Calexico, California. Iba sola en su Chevy Tahoe con placas de California. Fue ese día cuando el oficial de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) le preguntó si tenía algo que declarar. Ella inmediatamente contestó que no, pero algo notó el agente que lo hizo inspeccionar el coche.
En la fila de atrás de los asientos había una mantita que cubría algo. El oficial de CBP buscó debajo de ella y percibió varios contenedores. Al inspeccionar vio la etiqueta: “Taktic”. El oficial de CBP preguntó a la mujer cuántas botellas traía, ella respondió que llevaba seis. Pero cuando la mandaron a revisión secundaria, los agentes encontraron 64 botellas de un litro.
Cuando fue interrogada, Felipa realmente estaba desconcertada. Aseguró que le dijeron que las botellas eran desinfectantes utilizados en animales, y que una amiga las había comprado tres días antes en una tienda llamada Granco Del Sol en Mexicali. Felipa siguió justificándose y aseguró que su amiga criaba cerdos en México. Que daba baños a sus perros con el Taktic, para quitarles las pulgas y garrapatas.
Felipa, evidentemente reclutada, ignoraba que el Taktic contenía un ingrediente activo –el amitraz– en una concentración emulsionable del 12.5 por ciento, el cual la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) considera, en esa forma, un insecticida cancelado en 2014 para su uso en cultivos de algodón y pera.
El amitraz fue aprobado para su uso como insecticida y acaricida en 1986. El amitraz se utiliza principalmente contra moscas y ácaros en cultivos de algodón y pera y contra garrapatas, piojos y ácaros de la sarna del ganado vacuno, lechero, porcino y garrapatas en perros. En los seres humanos, el amitraz tiene efectos si se administra por medio oral, y algunos riesgos por inhalación. Su manejo debe ser profesional por los posibles riesgos de cáncer y neurotoxicidad.
No solo ella fue acusada como parte de esta red sino también otras dos mujeres, Sofía Mancera y Laura Orellana,y fueron acusadas de conspirar para intentar cruzar las sustancias que irían, dijeron los agentes, a cultivos ilegales de mariguana. Sobre Orellana, la Corte de California aseguró que, cuando fue descubierta, manifestó que los botes de Taktic eran shampoo.
“Laura acordó con las conspiradoras describir falsamente los pesticidas como shampoo si eran interrogadas por los inspectores, para que no confiscaran los pesticidas”, señalan los fiscales de California que llevaron el caso a la Corte.
La mujer pagó una restitución de 7 mil 400 dólares por su delito, pasó unos meses en prisión y finalmente obtuvo su libertad tras aceptar su culpabilidad.
Cuidar el suelo y las aguas
Esta historia se repite una y otra vez. A través de los reportes anuales de la División de Medio Ambiente y Recursos Naturales (REDR) y de la EPA, este diario encontró que entre el año 2021 y agosto de este 2023 al menos 50 personas fueron detenidas o enjuiciadas por traficar insecticidas a Estados Unidos.
Se encontró que en el 100 por ciento de los casos, la frontera que utilizaron para traficar los pesticidas fue Baja California, desde ciudades como Tijuana o Mexicali, e intentaron hacerlos pasar por productos de belleza.
Aunque en 28 casos del total fueron hombres los que intentaron traficar las sustancias para cultivos ilegales de mariguana, sorprende que en 22 casos fueron mujeres quienes subieron a sus transportes familiares el “veneno”.
Los insecticidas, pesticidas y fertilizantes que se ha intentado traficar además de Bovitraz y Taktic fueron DDVP 500 (contra alacranes y cucarachas), Ciper QL (chinches y gusanos), Furadan (ácaros, nematodos, gusanos), Biomec (ácaros, arador, paratrioza, minadores), Biozyme (fertilizante que promueve una germinación rápida), Etoxozole (acaricida), Metrifos 600 (arañas, barrenador, moscas, pulgón, gusano falso), Rayo 50 EC (herbicida, antimaleza, afecta a las abejas), Kanemite (acaricida), TSCA, Diclorvos (control de insectos en invernaderos y granjas), Tetrasan (ataca huevos, larvas y ninfas de ácaros), entre otros.
Hubo casos donde fueron confiscadas entre 300 y 600 botellas por cruce. Llevaban el carro cargado de pesticidas, que más tarde serían entregados en bodegas de la frontera, pero del lado estadunidense.
A diferencia de Estados Unidos, la venta de estos productos en México es completamente legal y regulada. En una búsqueda realizada por distintas distribuidoras se encontró que el famoso Taktic de un litro cuesta solo 785 pesos y está indicado como “Baño medicado para garrapatas, sarna y pulgas” de cerditos y perros.
Mientras que el Bovitraz cuesta 707 pesos, y aunque es sumamente peligroso, en la etiqueta sólo advierte “Precaución” en la parte de abajo con letras azules. Hay otros más económicos pero igual de efectivos para proteger los cultivos: el DDVP 500 cuesta 498 pesos el litro, el Ciper QL se consigue en 400 pesos el litro.
Actualmente, la EPA no ha aprobado ningún agente pesticida, insecticida o fungicida para el uso en el cannabis. Un artículo de investigación de noviembre de 2022 llamado ‘Monitoreo pasivo de pesticidas solubles vinculados al cultivo de cannabis: un análisis multiescala’, publicado por el ‘Water Quality Research Journal’, documentó que en California ya hay impacto sobre los peces y especies de anfibios de interés para la conservación relacionado directamente con químicos agrícolas.
Resalta que la concentración de las operaciones de cultivo de cannabis en áreas montañosas remotas y cuencas de captación, conlleva al preocupante potencial de contaminar arroyos y hábitats de alta calidad.
“Este estudio establece que los pesticidas aplicados se están movilizando hacia arroyos de cabecera sensibles en bosques públicos protegidos”, y resalta que algunas de las principales zonas se encuentran en el llamado triángulo esmeralda.
Este triángulo está compuesto por los condados de Humboldt, Trinity y Mendocino, en el noroeste californiano, una zona donde viven la trucha arco iris, el salmón coho, las ranas de patas amarillas de las estribaciones, así como la rana roja de California.
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