La trata de personas y la explotación sexual y laboral son los principales delitos que la pandemia de coronavirus heredará en las zonas más pobres de todo el mundo, alertó la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés).
Durante el seminario virtual Retos del combate al delito de trata de personas post covid-19, organizado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, y encabezado por Salvador Guerrero Chiprés, dijo que la trata debe atenderse con participación entre autoridades y organizaciones, acercando información a los más vulnerables.
Guerrero Chiprés dijo que la Línea Nacional contra la Trata de Personas 800 55 33 000, operada por el Consejo en la capital del país, recibió durante el primer semestre de 2020, mil 118 reportes no sólo de México, sino de algunos lugares de Estados Unidos y a nivel nacional se han abierto 256 carpetas de investigación.
Javier Hernández Muñoz, representante de la oficina, expuso que estos dos delitos han tenido un crecimiento exponencial ante la crisis económica que ha dejado la pandemia de covid-19 y que se agudizará en los próximos meses.
Dijo que los menores son forzados a salir a las calles en busca de alimentos y de ingresos, pero además el "cierre de fronteras puede provocar más cruces ilícitos de traficantes con rutas más peligrosas que terminarán exponiendo a las víctimas a un mayor abuso, mayor explotación y mayor riesgo".
Ana Isabel Flor Mayor, de la Secretaría de Gobernación (Segob), expuso que el covid-19 ha generado fuentes de trabajo explorables como la venta de cubrebocas por parte de menores de edad, y que por necesidad y carencias económicas, muchas personas aceptan trabajos en condiciones de explotación o deudas que resultan impagables.
La trata de personas mantiene en alerta a las autoridades internacionales, sobre todo a las mexicanas. De acuerdo con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), se han detectado movimientos en el sistema financiero relacionado con la trata de mujeres y explotación sexual. Puso como ejemplo un caso en el que la red de trata estaba disfrazado de una agencia de modelaje que triangulaba recursos con otras empresas fachada.
De la mano con la Segob, también identificaron que el hecho de que en medio de la contingencia los menores y adolescentes pasen mayor tiempo en línea, "favorece que los tratantes enganchen a sus víctimas con ofrecimientos atractivos de empleo o incluso con enamoramientos".
"El crimen organizado es muy muy organizado y siempre va a ver la forma de adaptarse a las nuevas realidades", alertaron.
En la presentación también expusieron que la esclavitud moderna siempre estará relacionada con la vulnerabilidad de las personas, ya sea en el ámbito económico, social o cultural, pues sólo uno por ciento de las víctimas de trata son rescatadas.
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Desde hace varias semanas, la UIF alertó que la contingencia generó un incremento en el consumo de pornografía y servicios sexuales, que la mayoría de las veces está relacionada con explotación y trata de mujeres.
"El delito de trata de personas tiene que ver directamente con el dinero, es una de las actividades que más dinero genera. Lo que se ha notado a través del estudio del fenómeno de la trata es que además del recurso que se requiere para generar una estructura también se requiere dinero a invertir para trasladar a las personas explotadas, tenerlas en un lugar con algún tipo de mantenimiento incluso con apoyo de salud y eso implica otro tipo de inversión", expuso.
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