Ha sido un mal año para la impartición de justicia pues esta corre muy lentamente a consecuencia de la pandemia, afirmó el abogado Juan Jorge Olvera Reyes.
Dijo que ni siquiera se puede entrar a los juzgados penales y familiares como parte de las restricciones sanitarias que prevalecen a ocho meses de que iniciara la contingencia sanitaria por covid-19.
El Tribunal Electrónico que se creía iba venir a resolver la demanda de trámites en medio de las limitaciones de la nueva normalidad no ha sido la solución esperada, comentó.
Y es que, explicó, sus procedimientos son demasiado lentos y se convierte en un cuello de botella en medio de tantos casos por atender.
El penalista señaló que la impartición de justicia es una de las actividades que son consideradas esenciales, sin embargo, enfrenta grandes rezagos porque no ha avanzado dentro de la nueva normalidad.
Personal fallecido por coronavirus
Refirió que hasta cierto punto es entendible porque la muerte y enfermedad por covid-19 alcanzó al personal del Poder Judicial y han fallecido jueces y empleados.
Sin embargo, apuntó que algo se tiene que hacer para prevenir los contagios sin afectar la marcha del aparato judicial, pues las actividades de todos los sectores avanzan en medio de la pandemia y la justicia no debe ser la excepción.
"Vemos además que con las diligencias a distancia mediante la plataforma digital no es lo mismo que las presenciales y de entrada se rompe el principio del nuevo sistema de justicia penal adversarial que indica deben ser sesiones públicas".
Jorge Olvera Reyes mencionó que no se han tomado las decisiones adecuadas, lo que genera un retraso en la impartición de justicia, misma que al día de hoy ha estado muy deteriorada.
"El Tribunal Electrónico ha funcionado muy lento y los plazos y términos de ley se ven impactados, es un caos".