En un día su vida pasó de ser modelo y escort a prisionera. Aquella mujer de 26 años y ex concursante del reality show Enamorándonos tenía nexos con La Unión Tepito, grupo criminal dedicado a la venta de droga, cobro de piso, extorsión, homicidios, entre otros delitos, en diferentes puntos de la Ciudad de México.
A las 16:15 horas del 3 de enero pasado, Gabriela Sánchez, ex novia de Óscar Andrés Flores Ramírez, El Lunares, supuesto líder de la banda, iba a bordo de una camioneta Ford Super Duty negra, cuando en el Eje 2 Norte Manuel Gonzales esquina con Tetrazzini, colonia Ex Hipódromo de Peralvillo, en la alcaldía Cuauhtémoc, fue detenida al estar ligada con la comercialización de narcóticos.
Policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) observaron que aquella camioneta, la cual no traía la placa delantera, cumplía con las características de una unidad relacionada con una carpeta de investigación en el estado de Nuevo León por el delito de fraude, por lo que le marcaron el alto.
Aquella troca con placa PP-1152-A era conducida por un hombre llamado José Hareff, de 35 años. Tras una inspección a la unidad, los elementos de seguridad encontraron 169 bolsitas plásticas tipo Ziploc con cocaína y 70 bolsitas con mariguana, por lo que serían trasladados a la Fiscalía General de Justicia, pero ambos intentaron evitarlo argumentando tener influencia y dinero.
La camioneta en la que iban formaba parte de una investigación porque había sido adquirida recientemente de forma ilícita. Personal de la policía consultado por MILENIO comentó que en un intento de resistencia para no ser detenida, Gabriela Sánchez refirió “que era artista y cantante”, mientras que José Hareff se presentó como "un empresario”, de quien se sabe está relacionado con diferentes actividades ligadas a bandas de defraudadores y con robos de vehículos de lujo que posteriormente son vendidos de manera ilegal y con documentos apócrifos.
Al saber que serían presentados ante el Ministerio Público, dijeron "dime de qué se trata y mi hermano ahorita te trae más de medio millón de pesos”, pero finalmente fueron presentados al agente del Ministerio Público por su probable participación en los delitos contra la salud y cohecho.
“Él argumentó que en ese momento podía hacer una llamada y que su hermano traía medio millón de pesos y se iban, que era una empresario y de mucho dinero (…) intentaron evadir a la justicia y despistar a la policía”, comentó personal de la SSC a MILENIO.
Las indagatorias señalan que José Hareff se dedica al fraude de vehículos de alta gama en la Ciudad de México y en diferentes estados como Monterrey, Morelos y Estado De México, defraudando a la gente pagándoles con cheques sin fondos por sus vehículos, además de la venta de droga en la zona centro de la capital del país.
Mientras que Gabriela Sánchez refirió ser influencer, escort, vender droga en diferentes puntos de la Ciudad de México y ser integrante de La Unión Tepito, además de recibir órdenes directas de El Lunares para el cobro de piso, extorsiones y homicidios en la zona centro.
“Todas las personas que han estado relacionadas con La Unión de Tepito o la Anti Unión Tepito y todos esos grupos delictivos, la investigación continúa aún después de la detención para estar monitoreando lo que ellos realizan. En este caso por las investigaciones que tenemos con anterioridad tenemos datos suficientes para que estas personas fueran un objetivo de la policía. Esta persona (Gabriela) estaba ligada a ciertas personas y en el caso de José también tenía temas por fraude, lavado de dinero y otros delitos.
“Es por ello que con el seguimiento y con los elementos hacen la detención de esta persona por un delito flagrante. Ella era un objetivo que estaba vinculada no nada más a este tipo de actividades como la comercialización de narcóticos, sino también estaba relacionada en otras actividades como el supuesto modelaje y la edecania y tenía otra actividad laboral donde también realizaba este tipo de actividades”, comentó personal de la policía.
A decir de las autoridades, este tipo de actividades como las que realizaba la ex pareja de Óscar Andrés Flores Ramírez, “son actividades facilitadoras para la cercanía con diferentes tipos de personas para ampliar sus núcleos sociales y que permiten mimetizarse en un círculo para que otros negocios los comienzan a llevar a otros círculos sociales”.
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