Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y Fiscalía General de Justicia detuvieron a Alejandro Tamayo 'N', El Charro o El Macario, identificado como el principal distribuidor de drogas de La Unión Tepito, en la alcaldía Venustiano Carranza.
Investigaciones de la policía capitalina establecen que este hombre utilizaba distintos departamentos ubicados en complejos ubicados en la calle Penitenciaria, para almacenar y embalar droga, así como para realizar los cobros a los narcomenudistas que las comercializaban en otras alcaldías como Iztacalco, Iztapalapa y Cuauhtémoc.
Incluso, habría cambiado su residencia a la zona sur de la Ciudad de México para tratar de evitar que las autoridades lo identificaran y relacionaran con dicho grupo delincuencial, sin embargo, coordinaba la distribución y venta de dosis de drogas con quienes habitaban y operaban los predios de la colonia Morelos.
De acuerdo con el reporte, derivado de los trabajos de investigación, y en seguimiento a las diligencias ministeriales realizadas en distintas calles y colonias de la alcaldías Venustiano Carranza y Coyoacán, se ejecutaron cuatro órdenes de cateo donde detuvieron a tres mujeres y cuatro hombres, entre ellos El Macario, a quienes les aseguraron 341 dosis de mariguana, 332 de cocaína, entre otros objetos.
En el primer domicilio ubicado en la calle Comunicaciones, colonia Federal, dos mujeres fueron detenidas con 150 dosis de mariguana, 101 envoltorios de un polvo de cocaína, un arma de fuego corta y seis cartuchos útiles.
El segundo, localizado en en la calle Héroes de Nacozari, colonia 10 de Mayo, se aseguraron 23 dosis de cocaína y una bolsa de plástico transparente que contenía mariguana; mientras que en el tercer predio, en la calle Penitenciaria, colonia Ampliación Penitenciaria, se decomisó una bolsa con mariguana; en estos dos inmuebles no hubo personas detenidas. Sin embargo, al exterior de este último, dos hombres que intercambiaban paquetes por dinero en efectivo, fueron detenidos en flagrancia, mismos a quienes se les decomisaron 35 dosis de cocaína.
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De manera que, en la calle Retorno 4, colonia Culhuacán CTM VII, alcaldía Coyoacán, se ejecutó la cuarta orden ministerial que derivó en la detención de El Macario junto a un hombre y una mujer, a quienes se les aseguraron 191 bolsitas de plástico que contenían mariguana; 173 envoltorios confeccionados en papel color blanco y un arma de fuego larga.
Los inmuebles fueron sellados y quedaron bajo resguardo de las autoridades, para las investigaciones correspondientes; en tanto, las personas detenidas fueron puestas a disposición del agente del Ministerio Público en la Fiscalía de Investigación del Delito de Narcomenudeo, quien definirá su situación jurídica y dará seguimiento a las carpetas de investigación.
Trabajos de investigación y recorridos en distintas calles de la colonia Morelos, Penitenciaria y Ampliación Penitenciaria, se pudo conocer la identidad de El Charro o El Macario, que es reconocido en la zona como principal distribuidor de dosis de mariguana y cocaína, además de ser el encargado de rentar departamentos para utilizarlos como bodega o laboratorios para el embalaje de los narcóticos.
Este hombre inició sus actividades delictivas a los 18 años de edad, como vendedor de drogas, a las afueras del inmueble ubicado en la calle Penitenciaria en el número 8 y número 10, además, de acuerdo con los datos de prueba, su padre, Rodolfo Tamayo Hidalgo, también comenzó a dedicarse a esas actividades delictivas en calles cercanas como Tenochtitlán y el centro del Barrio de Tepito, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Posteriormente ,y derivado de la conformación de La Unión Tepito, El Macario se unió al grupo de narcomenudistas y posteriormente aprendió el proceso de la elaboración de drogas diversas a la cocaína. Cuando comenzó a ganar altas sumas de dinero, invitó a sus hermanos a unirse a las actividades delictivas para aumentar así su zona de operación.
Con el apoyo de un individuo identificado como El Gangas, comenzó a rentar e invadir departamentos en distintas vecindades de la calle Penitenciaria, donde llegó a desalojar por la fuerza y con uso de violencia a sus ocupantes para instalar bodegas y narcotienditas; posteriormente utilizaba las áreas comunes de las unidades como narcolaboratorios o expendios de drogas, pues colocaba la mariguana a granel en las explanadas para que los jóvenes que contrataba, o a los propios vecinos a quienes amenazaba y obligaba a trabajar para él, la empaquetaran.
Derivado de su estrategia y el aumento en las ventas, su zona de operación se extendió a las alcaldías Iztacalco e Iztapalapa, donde también tenía distribuidores de drogas, quienes la transportaban desde el Barrio de Tepito hasta distintas calles y colonias de dichas alcaldías.
Además, indagatorias permitieron conocer que El Macario se hacía pasar como empresario y dueño de negocios dedicados a la construcción, y pocas veces se veía con sus operadores en la colonia Morelos o Penitenciaria, esto para evitar que las autoridades lo pudieran ubicar.
bgpa