La Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) entrará en un proceso de reorganización para evitar la dispersión de sus células de policías ciudadanas, esto tras el asesinato de Bruno Plácido Valerio el pasado martes 17 de octubre.
Hasta el momento los liderazgos más visibles apuntan la integración de una dirigencia colectiva, para evitar que en un grupo tan amplio prevalezca un solo mando.
Reorganización de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero
La tarde del jueves 19 de octubre, ante los féretros de Plácido Valerio y su compañero Abad Ruiz, Gonzalo Torres Valencia, uno de los pocos fundadores de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero que sobreviven a la primera década del movimiento, señaló que la vida activa del Sistema de Seguridad Ciudadana, creado en enero de 2013, no se va a detener con el asesinato perpetrado en Chilpancingo.
Lejos de eso, sostiene que el crimen obliga una reagrupación a la que serán convocadas algunas comunidades que pudieran haberse distanciado.
“Estamos convencidos de que el general Emiliano Zapata tenía mucha razón cuando decía que es mucho mejor morir de pie que postrarse de rodillas”, sostuvo Torres Valencia ante la multitud que se congregó en torno a la comisaría municipal.
Torres Valencia comentó que hay comisarios que ya empezaron a reunirse para dialogar sobre el tema desde la jornada del viernes 20 de octubre, pero advierte que la discusión será muy amplia.
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Reconoció que con Bruno Plácido, era viable el esquema de un solo vocero, aunque siempre respetó lo que se decidía en las asambleas de los pueblos.
El fundador admite que se tiene que analizar la pertinencia de tener un solo vocero, o pasar al esquema de una dirigencia colectiva, lo que admite que tampoco representa un gran problema, pues en las comunidades de la Montaña y Costa Chica, es una costumbre que las decisiones más importantes siempre son producto de asambleas.
Recordó que fue la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero la que gestionó con éxito el gobierno por sistemas normativos de los pueblos originarios en Ayutla de los Libres, que se encuentra en funciones desde 2018 y que ha desplazado a los partidos políticos; lo cual representa un buen precedente para virar hacia el modelo de la dirigencia colectiva.
Viene acercamiento con la CRAC-PF y el CIPOG
Jesús Plácido Galindo es otra figura que, tras el asesinato de Bruno, se ha colocado en la mira de quienes siguen la sucesión de mando en la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero.
Actualmente es el dirigente más visible del Consejo Indígena y Popular del Estado de Guerrero Emiliano Zapata (CIPOG-EZ), sobrino de Bruno e hijo de Cirino Plácido, quien fundó la Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores, que opera en la comunidad de Rincón de Chautla, en la Montaña Baja.
Bruno y Cirino fueron parte del grupo de dirigentes que crearon a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) en 1995, pero cuando Bruno fundó la UPOEG, en 2013 Cirino no lo siguió.
Cirino Plácido, quien falleció en diciembre de 2019, al salir de la CRAC-PC se mudó hacia la Montaña baja y se avecindó en Rincón de Chautla, donde creó la Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores, que actualmente dirigen los hermanos David y Bernardino Sánchez Luna.
Los hermanos Sánchez Luna, recientemente fueron acusados de tener una alianza con el grupo delictivo de “Los Tlacos” o “La federación”, lo que ellos rechazaron a través de un comunicado conjunto con el CIPOG.
Jesús Plácido encabeza al CIPOG en la zona rural de Chilapa, comparte territorio con Pueblos Fundadores y en varias ocasiones han emitido comunicados conjuntos, tienen como adversario común al grupo delictivo de “Los Ardillos”.
Cuestionado sobre la coyuntura que viene, Jesús Plácido sostiene que lo más viable es la integración de una coordinación colectiva, en donde estarán representados los promotores comunitarios y comandantes de la Policía Ciudadana de la UPOEG.
Plácido Galindo refiere que antes de que se presentara el asesinato de Bruno, ya existía un acercamiento entre el CIPOG-EZ y la UPOPEG, pero de manera evidente, los últimos hechos van a acelerar dicha coordinación.
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A principios de 2023, la UPOEG dejó la base de operaciones de Buenavista de la Salud, municipio de Chilpancingo, pero los pobladores adoptaron las siglas de la CRAC-PF y del CIPOG, lo que deja un precedente de dicho acercamiento.
“La coordinación entre la Unión de Pueblos con el Consejo Indígena y el sistema de Pueblos Fundadores va a seguir, tenemos que tener más pláticas con los coordinadores que dejó Bruno”, anotó Plácido Galindo.
Reconoció que todavía es prematuro para hablar de un esquema definitivo en la recomposición de la organización, pero advirtió que más allá de los acuerdos entre las dirigencias, lo que se debe cuidar es mantener el respaldo de la ciudadanía.
Otro elemento que considera pertinente aclarar, es que en este proceso de recomposición que ya está en marcha, se buscará la unidad sin trastocar la autonomía de ninguna de las organizaciones.
Advierte que la unidad se dará en el respeto a las particularidades que tienen el CIPOG, la UPOEG y la Comunitaria de Pueblos Fundadores.
El gobierno también se encuentra atento
Cuestionado sobre el tema, el secretario general de Gobierno, Ludwid Marcial Reynoso Núñez, recordó que hasta el momento, la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero es la única organización de autodefensa que abiertamente se encontraba en un proceso de depuración de sus integrantes.
Reynoso Núñez sostiene que actualmente la unión de pueblos se mantiene activa en la zona indígena y afro de la Costa Chica, con una presencia más acotada en la Montaña.
Los grupos que tenía en municipios de la Costa Grande, como Petatlán y Tecpan ya no existen, en tanto que en la zona rural de Acapulco también se desactivaron a partir de la vinculación de algunos integrantes con la delincuencia.
En el Ocotito, la detención del comandante José Deivi Barrientos dejó al descubierto la alianza con “Los Ardillos”, en tanto que la base de Buenavista de la Salud dejó a la UPOEG y pasó a ser parte del CIPOG.
Bruno Plácido en su momento reconoció que la infiltración del crimen era una realidad y dio los pasos encaminados a depurar a la organización.
El proceso de depuración se encontraba en marcha, el secretario general de Gobierno señala que se sabe de la existencia de un padrón de policías ciudadanos que ya pasaron el filtro de las asambleas comunitarias, pero Bruno no alcanzó a difundirlo.
Indicó que se ha platicado con varios coordinadores de la Unión de Pueblos, pero no se ha aterrizado hasta el momento ningún acuerdo porque se está a la espera de que la UPOEG supere su proceso de duelo.
El secretario de Gobierno manifestó que espera que no haya conflictos en el proceso de recomposición de la unión de pueblos, ante la pérdida física de Plácido Valerio.
Reconoció que Bruno fue un dirigente social con una disposición permanente para el dialogo, que incluso acudió a facilitar la comunicación cuando se presentaban conflictos que amagaban con salirse de control.
“Siempre que pudo intervino y tenía buen ánimo de que las cosas salieran de buena manera, sabía que UPOEG tenía un proceso de descomposición y quería reencausarla, estuvimos trabajando en materia de gestión social y en esa ruta avanzamos mucho, lo mejor es que en la recomposición que viene no haya conflictos internos”, anotó.
XMP